Mes: septiembre 2023

  • La extraña trieja

    A estas horas estaré de camino a Berlín, por enésima vez, con un grupo de chavales. Esta vez son bastante mayores que los que solía llevarme de viaje de estudios, tienen entre 16 y 22 años. Me acompañan dos profes: el de historia y la de física. Somos la extraña trieja: él no habla con nadie en la sala de profes pero los estudiantes dicen que no para de hablar en clase. Y ella, bueno, ella es profe de física.

    El programa es el de un viaje de estudios de estas características: ver los mismos museos de siempre, comer comida basura, de la que no se puede conseguir en Mordor, y volver con una ETS. Yo no, pero más de dos y más de tres, seguro. Esta vez me da igual, legal y personalmente. Mientras la policía no se ponga en contacto conmigo y no sea necesaria la intervención de ningún servicio sanitario, me doy por satisfecho.

    Seguiré informando.

  • Alarma

    La gente puede decir idioteces muy grandes. Pero cuando se trata de asuntos que son difícilmente criticables, la estupidez alcanza unas cuotas insuperables.

    Hoy, la AEMET ha emitido una alerta roja en Madrid por lluvias muy intensas y ha recomendado a la población que se quede en sus casas, a ser posible. Este mensaje ha llegado por móvil a todos los dispositivos que se encontraban en Madrid y ha emitido un sonido de alerta. La ciudadanía ha protestado porque:

    1. Qué susto, un móvil vibrando y pitando. Inaudito (cuánta razón, ¿qué se habrán creído?, ¿un móvil pitando y emitiendo notificaciones?).
    2. Qué inconsciencia, si ese aviso se llega a enviar a la gente en un estadio, podría haber pasado una desgracia (por ejemplo, que los móviles de 40.000 personas hayan sonado a la vez, hayan entrado en resonancia y les haya reventado los tímpanos a todos).
    3. Qué ilegalidad, usando mis datos personales (esos que mantienes a buen recaudo y que no das a nadie cuando usas otras apps en tu móvil).
    4. Qué inconsciencia, esas alertas están para lo verdaderamente importante (como una buena bomba nuclear, un ataque zombi o que se haya muerto María Teresa Campos).

    No sé qué se habrán creído estos de la AEMET para enviar una alerta así a lo loco. Total, 100 litros de agua por metro cuadrado en 2 horas es una tontería.

  • El paraíso del socialismo

    El paraíso del socialismo

    Me hace bastante gracia la gente que dice que las cosas están menos caras en algunos países «porque se cobra más que en España.» Pues depende, hijo, depende. No todo es tan barato en el extranjero, aunque cobres más. Es cierto que aquí, en Dinamarca, un litro de leche cuesta el triple que en España, pero también se cobra el triple que allá. Por otra parte, el impuesto sobre el valor del coche es del 180%. Salir a cenar una hamburguesa e ir al cine dos personas te puede salir por 80 euros. Podría seguir con ejemplos.

    ¿Si no tienes más poder adquisitivo y pagas la hostia en impuestos, entonces, dónde está el truco? ¿Por qué Dinamarca es el paraíso en la Tierra? Porque da igual lo que pagues por salir, por la hamburguesa o por el litro de vodka, al final la calidad de vida está en otras cosas. Por ejemplo, en tratamientos dentales gratuitos hasta los 21 años. En universidades gratuitas (gratuitas totalmente y para todos). En unos servicios sociales que da gloria verlos. En unas bajas por maternidad que lo flipas. Vamos, lo que viene siendo una redistribución de toda la vida.

    O sea, socialismo.

    Pero el discurso ese de «es que en Suiza cobras ocho veces más y por eso puedes pagar 20 euros por unas patatas fritas del McDonalds» viene precisamente de quienes dicen que hay que bajar impuestos, que sólo así llegaremos a los niveles de los vecinos del norte y que es la única forma de progresar. Que me entran ganas de decirles que sí, que Suiza está más al norte, como Polonia, pero que si te vas más al norte del norte que tú dices, te encuentras con sociedades que más de uno no dudaría en tildar de soviéticas y dictatoriales. Como la danesa.

    ¿Os imagináis a la caverna gritando «¡comunistas asquerosos!, ¡bolivarianos de mierda!, ¡daneses piojosos!»? ¿A que no? Pues eso.

    PD: Todo se puede mejorar. Siempre.

  • Sociabilidad masculina

    Sociabilidad masculina

    Efectivamente. Los rituales de la sociabilidad masculina giran en torno a una continua demostración del hombre como proveedor. Esto justifica la dominación de la mujer: yo proveo, entonces tú debes obedecerme. Si no soy quien traigo el alimento a casa, no soy nada. Los hombres cocinan cuando se tiene que hacer alarde de esta función. De puertas para adentro, es ella la que lo hace. Por eso ellos hacen las paellas los domingos, con toda la gente mirando.

  • Finlandia es un lugar maravilloso: ya puedes abortar

    Finlandia es un lugar maravilloso: ya puedes abortar

    Finlandia es un lugar genial, donde la educación funciona a las mil maravillas y nadie tiene problemas de alcoholismo. Bueno, igual de esto último no he leído un informe de la ONU o de la UE o de la OCDE, pero si me pongo, lo encuentro.

    Danmarks Radio cuenta aquí que las mujeres ya pueden abortar en Finlandia hasta la semana 12 de gestación, no como antes, que sólo se podía hacer (1) cuando existía un riesgo razonable para la salud de la madre, (2) cuando la mujer ya tenía 4 criaturas o (3) cuando tenía menos de 17 años o más de 40. El permiso se debía obtener de dos doctores/doctoras en medicina. La ley que contemplaba esos supuesos, vigente en los últimos 50 años, se ha derogado y ahora ya se puede abortar como en el resto de los países nórdicos, e. d., que Finlandia, este país de fantasía, acaba de entrar en el siglo XXI.

  • Me han devuelto la cuenta de Twitter

    Me han devuelto la cuenta de Twitter

    Ya me han devuelto la cuenta de Twitter. Ha sido entrar y darme cuenta de lo muchísimo que engancha y de que ni Mastodon ni Bluesky están a la altura. Será por allá cantidad de gente que hay, o por lo rápido que va todo, o por la violencia que hay (que te permite desahogarte, pero bien), pero como Twitter ni hay ninguno.

    Estamos intentando encontrar una alternativa a Twitter por lo del imbécil del propietario y el olor a cuñado fascista que hace cuando te logas. Pero igual es una estrategia equivocada. Igual no deberíamos buscar una alternativa a Twitter y dejarla morir, como murieron las otras. Facebook, como dice una muy buena amiga mía, se ha convertido en un vertedero. No entiendo TikTok. Me estoy dejando IG porque el algoritmo ya no me deja ver lo que quiero. Quizá ha llegado el momento de dejar morir las redes sociales.

  • La mujer como un objeto

    “Varias legislaciones conciben a la mujer como un objeto. En la Mesopotamia, la violación de una mujer menoscaba a su propietario, padre o marido, que sufre el perjuicio. La ley medioasiria prevé que un padre pueda mandar violar a la mujer del agresor de su hija; en cuanto a la víctima, esta es dada en matrimonio a su violador, que entonces recibe un bien averiado. Asimismo, hay mujeres que son enviadas a los territorios por colonizar, donde la presencia de los numerosos soldados desequilibra el sex ratio. En el siglo XVIII, el gobierno ruso envía a Siberia a prostitutas y reas con el objeto de que sean mujeres de cosacos. Los oficiales eligen primero, los soldados rasos han de contentarse con las tuberculosas y las sifilíticas.”

    Jablonka, I. (2020). Hombres justos. Libros del Zorzal, p. 58.