Mes: julio 2024

  • Tenemos que darle una pensada

    A propósito de lo de ayer, elaboro como he dicho por otro sitio:

    1. Está claro que pertenecer a un colectivo no te convierte en un ser de luz.
    2. Cualquier identidad y la pertenencia al grupo que sea, incluyendo las personas LGTBIQ+ es totalmente compatible con cualquier comportamiento o rasgo de personalidad.
    3. Esta violencia es totalmente incompatible con salir a la calle a defender nuestros derechos o los de nadie.

    El colectivo LGTBIQ+ no está exento de personas homófobas, lesbófobas, tránsfobas, racistas, aporófobas, gordófobas, ultraconservadoras, misóginas y fascistas.

    Nos lo tendríamos que hacer mirar muy seriamente.

  • Grindr y la hostilidad digital

    Grindr y la hostilidad digital

    En los últimos días, el nivel de hostilidad y violencia que he visto en Grindr me ha puesto los pelos de punta. Esta peña carece de las más básicas normas de respeto, y me lo tomo a risa porque soy un ser de luz y estoy por encima de todo eso. Me han insultado, me han hecho comentarios despectivos y me han tratado con agresividad cuando simplemente he dicho que no. Como es la norma, me ha escrito gente más joven que yo, aún por madurar, con una arrogancia que viene de todas sus inseguridades y de una falta de autoestima flipantes. Parece que algunos usan la plataforma como un medio para descargar su frustración y proyectar sus problemas en los demás. En momentos como éste, además, me falta una traducción decente para «entitlement». Sabéis a qué me refiero.

    Grindr, en lugar de fomentar conexiones genuinas, aunque sea para follar, se ha convertido en un espacio donde la hostilidad es la norma y el respeto brilla por su ausencia. «Digital Intimacies: How Grindr Shapes Identity and Interactions Among Gay Men» reveló que el 70% de la gente que usa este tipo de apps experimentan algún tipo de acoso, agresión verbal o cualquier otro comportamiento abusivo. Este dato refleja una realidad preocupante que algunos sufrimos, por lo que sea.

    La comunicación digital parece distorsionar nuestras interacciones y deshumanizarnos. La falta de contacto cara a cara facilita que las personas se sientan menos responsables de sus palabras y de sus acciones. Es una triste que una plataforma diseñada para conectar a personas (y ganar dinero) termine alienándolas y fomentando un ambiente tóxico. La juventud que me contacta, aún por caerse del árbol, tiende a reproducir patrones de conducta que reflejan sus propias inseguridades y miedos. En vez de buscar apoyo y comprensión, muchos optan por atacar y menospreciar, quizá como un mecanismo de defensa o simplemente por la impunidad que les ofrece el anonimato.

    La clave está en reconocer estos comportamientos y no dejar que nos afecten. Mantener una actitud positiva y recordar que la hostilidad de otros no define nuestro valor. Entender que detrás de cada comentario hiriente hay una historia y un contexto que, aunque no justifique, al menos explica el porqué de ciertas actitudes. Sin embargo, no debemos tolerar el abuso y es esencial reportar y bloquear a quienes perpetúan este ciclo de negatividad. En última instancia, nuestra salud mental y bienestar están por encima de cualquier interacción en una aplicación de citas.

  • Rupturas y redes sociales

    Rupturas y redes sociales

    El País publicó un artículo sobre bloquear a tu ex en WhatsApp cuando la relación se termina. Dice que ni es «un castigo, ni es infantil» y que “el bloqueo es la primera norma de autorrespeto para que no te hagan daño. Bloquear es una forma de autocuidado”. A algunos les puede parecer una acción muy drástica, piensan que es una rabieta; pero cada vez está más claro que es una forma sana y una acción necesaria para la recuperación emocional. ¿Es sano bloquear a tu ex en WhatsApp y en Instagram?

    La respuesta corta es sí.

    La importancia de esta práctica radica en la naturaleza misma de las redes sociales. Estas plataformas fueron diseñadas para mantener a las personas conectadas (y ganar dinero) y por eso pueden ser un terreno fértil para el dolor, la confusión y el mal rollo post-ruptura: porque lo que estás haciendo es desconectarte. Según un estudio de Tara Marshall (referencia más abajo), el contacto continuo con una expareja a través de redes sociales puede prolongar el dolor emocional y dificultar el proceso de superación. Este fenómeno puede impedir que las personas avancen porque siguen expuestas a la vida de su expareja. Cuando miras su Instagram tardas más en separarte de ese contacto y te cuesta más pasar página porque te obligas a permanecer en ese estado constante de conexión con tu ex.

    Cuando miras su Instagram, te expones a información y actualizaciones que pueden ser emocionalmente dañinas. Ver fotos, publicaciones y comentarios puede generar sentimientos de tristeza, celos y resentimiento, intensificando ese dolor que ya estás sintiendo. Te estás exponiendo a comparaciones poco realistas: en las redes sociales, las personas (y tu ex más todavía) suelen presentar versiones idealizadas de sus vidas y de la alegría que sienten. Al ver que la expareja parece feliz o está avanzando, puedes llegar a reprocharte que tu propio proceso recuperación es lento o inadecuado: no sólo estás pasando por la putada de la separación, sino que además puedes boicotearte a ti mismo pensando que eres un crío (o una cría) y que no puedes superar esta movida como lo hace él (o ella). Lo que estás haciendo es perpetuando la dependencia emocional de tu ex y estás perdiendo tiempo a la hora de aceptar que la relación ha terminado. Es de cajón que ese continuo flujo de información es un recordatorio constante de la pérdida.

    Desde la perspectiva psicológica, el bloqueo no debe verse como un acto de inmadurez o venganza, sino como una herramienta de autocuidado. Jennice Vilhauer dice en «Think Forward to Thrive» que el distanciamiento virtual permite a las personas centrarse la curación y en la reconstrucción de una vida individual y facilita volver a la narrativa personal de la vida sin la pareja. Al eliminar esos estímulos que te recuerdan permanentemente a esa persona, nos resulta más sencillo volver a definirnos como personas «sin pareja» y creamos esa identidad personal que necesitamos para adaptar la manera que tenemos entender nuestra vida a las nuevas circunstancias. Utilizo aquí «identidad personal» como la forma en que contamos a los demás y a nosotros mismos quiénes somos y cómo es nuestra vida.

    El proceso de duelo tras una ruptura es inevitable, pero su duración e intensidad pueden verse alteradas por nuestras acciones. El bloqueo en redes sociales puede actuar, por tanto, como un catalizador para un duelo más saludable y efectivo. Según Elisabeth Kübler-Ross, pionera en el estudio del duelo, aceptar la pérdida y avanzar son pasos esenciales para la recuperación. Bloquear a una expareja puede ser el primer paso tangible hacia esta aceptación, ayudando a las personas a reconstruir su identidad y vida independiente de la relación pasada.

    Además de bloquear a una expareja en redes sociales, la psicología recomienda otros métodos para superar una ruptura de manera saludable. Son los de siempre: buscar apoyo en amigos y familiares es fundamental, ya que hablar sobre los sentimientos y experiencias con personas de confianza puede aliviar el dolor y proporcionar perspectivas útiles. Dedicarse tiempo a uno mismo a través de actividades que fomenten el bienestar físico y emocional es súper importante también: hacer ejercicio, una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga. Todo lo anterior es un «consejos vendo que para mí no tengo» de manual. Creo que una de las cosas que funciona mejor es cambiar la rutina diaria para crear una nueva normalidad, incluyendo nuevos pasatiempos, actividades sociales y proyectos que te mantengan ocupado.

    No caigas en la trampa de pensar que es infantil: bloquear a una expareja en redes sociales tras una ruptura no solo es una práctica sana, sino necesaria para proteger la salud mental y emocional. Te desligarás de todas esas fotos de diversión y felicidad de tu ex que generan tristeza y rabia y te resultará más fácil retomar una rutina con menos negatividad y tristeza.

    De verdad, bloquéalo.

    Referencias
    Kübler-Ross, E. (1969). On Death and Dying. Scribner.
    Marshall, T. C. (2012). Facebook surveillance of former romantic partners: Associations with postbreakup recovery and personal growth. Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, 15(10), 521-526.
    Vilhauer, J. (2014). Think Forward to Thrive. New World Library.
  • Este señor tiene 5,1 millones de coronas noruegas en efectivo que no puede utilizar porque los billetes se retiraron de la circulación y se le ha pasado el plazo para cambiarlos. El despiste le ha costado 435.547,45 €.

    También me gustaría saber por qué tiene uno 435.000 € en efectivo si no eres Carmen Maura y no vas saltando azoteas en Madrid.

  • La lengua de signos nicaragüense y el ramen que me quitó las ganas de follar

    La lengua de signos nicaragüense y el ramen que me quitó las ganas de follar

    El otro día mencioné la lengua de signos nicaragüense (LSN) al respecto de la capacidad innata del cerebro para crear sistemas de comunicación de carácter lingüístico. Dos días después, salió el tema en una conversación con unos amigos después de meternos un ramen entre pecho y espalda que me había quitado las ganas de follar, de lo bien que me sentó. Una cosa no tiene nada que ver con la otra, pero yo lo menciono. Yo qué sé, que vaya rulando. Cuento todo esto porque el tema es interesantísimo y porque los millones de seguidores que vivís en la provincia de Castellón y Teruel sabéis que me farcina todo lo que tenga que ver con las lenguas y el comportamiento. ¿El título de este post es clickbait? Por supuesto.

    Venga va, elaboro: hasta finales de los años 70, los niños sordos de Nicaragua vivían en un aislamiento social muy importante, ya que no contaban con un sistema de comunicación formalizado que les permitiera interactuar con otras personas fuera de sus núcleos familiares. Habían aprendido signos en casa, pero estos sistemas eran pobres, habían surgido de la improvisación y no podían utilizarlos con otros niños y niñas: éstos habían aprendido otros signos con sus familias. Sabemos, porque lo dijo Vigotsky y le tenemos mucha devoción, que el desarrollo cognitivo surge (o se facilita, o «se dispara a partir») de la interacción social; por tanto no será difícil entender que si no tienes ningún tipo de herramienta de comunicación, no podrás relacionarte con otras personas y si no puedes relacionarte, te desarrollarás cognitiva y socialmente de aquella manera. Esas generaciones con sordera que no tenían la oportunidad de aprender una lengua de signos en la escuela tenían déficits significativos en áreas esenciales de su desarrollo: muchos terminaban en situaciones de dependencia de por vida y con dificultades muy importantes para afrontar los retos de la vida adulta.

    En 1977, se inauguró el primer centro educativo para sordos en Managua, conocido como el Centro de Educación Especial Melania Morales. Este evento marcó un hito importante en la historia de la educación para personas sordas en Nicaragua. Los niños sordos comenzaron a ir al cole. Al principio, los maestros y maestras intentaron enseñarles a hablar y a leer los labios, una forma de abordar la situación que no resultó efectiva: los métodos tradicionales no lograban satisfacer las necesidades comunicativas de estos niños.

    Aquí es donde la historia se vuelve fascinante: sin un lenguaje formal al cual recurrir, los estudiantes comenzaron a crear espontáneamente sus propios gestos y señas para comunicarse entre sí. Este proceso de invención y adaptación fue especialmente notable entre los más pequeños, que habían sido escolarizados después de que los mayores hubieran aprendido a usar algunos gestos básicos. Estos niños más jóvenes tomaron estos gestos iniciales y los desarrollaron aún más, dotándolos de una estructura gramatical más compleja y coherente. En menos de una década, estos signos evolucionaron en una lengua completa y rica, conocida hoy como la LSN.

    La lingüista Ann Senghas estudió la evolución de LSN y observó que los niños más jóvenes fueron los principales innovadores en el desarrollo de la gramática de la lengua. Por ejemplo, los niños fueron inventando formas de indicar el tiempo, el modo y los aspectos de las acciones, lo que en lingüística se llama «Aktionsart», porque todo en alemán suena más aterrador. Todos estos sistemas de significados son muy importantes, precisamente, para los hablantes de castellano y el subjuntivo, el imperfecto y las perífrasis son los mecanismos que tiene el español para expresarlos. También comenzaron a usar la deixis, situando a las personas y los objetos en un «espacio de signos» que les permitía referirse a ellos de manera consistente y coherente. Aclaración: la deixis es un fenómeno que consiste en el uso de palabras cuya interpretación depende del contexto situacional, como los pronombres, adverbios de tiempo y lugar, y demostrativos. Por ejemplo, la palabra «yo» se refiere a personas diferentes dependiendo de quién la diga.

    Lo acojonante de todo esto es que este tipo de desarrollo es algo que se suele registrar en el transcurso de siglos, no de una década. Este sistema evolucionó a una velocidad inexplicable. Cada nueva promoción de estudiantes contribuyó activamente al desarrollo y enriquecimiento de LSN: no solo estaban aprendiendo un lenguaje, sino que lo estaban construyendo, dotándolo de una riqueza y complejidad que solo se observa en lenguas plenamente desarrolladas.

    Este fenómeno nos da pistas para entender que la capacidad lingüística es algo innato y al mismo tiempo ha subrayado la importancia de proporcionar a los niños sordos acceso a una lengua de señas desde una edad temprana, algo que nos está sorprendiendo mucho y que nadie nos podíamos imaginar. Quién nos iba a decir que la lengua de signos es una herramienta para la inclusión y el empoderamiento de las personas sordas.

  • Sine-wave speech

    The psychologists Robert Remez, David Pisoni, and their colleagues [...] published an article in Science on "sine-wave speech." They synthesized three simultaneous wavering tones. Physically, the sound was nothing at all like speech, but the tone followed the same contours as the bands of energy in the sentence "Where were you a year ago?". Volunteers described what they heard as "science fiction sounds" or "computer bleeps." A second group of volunteers was told that the sounds had been generated by a bad speech synthesizer. They were able to make out many of the words, and a quarter of them could write down the sentence perfectly. The brain can hear speech content in sounds that have only the remotest resemblance to speech. Indeed, sine-wave speech is how mynah birds fool us. They have a valve on each bronchial tube and can control them independently, producing two wavering tones which we hear as speech.
    
    Pinker (1994), p. 156-157
  • El verano me engorda nivel me tengo que reajustar la correa del reloj.

  • Sitges

    Sitges

    De Sitges me llevo un recuerdo horrible. El recuerdo de haberme enfrentado con un monstruo de persona y volver a sentir el miedo que sentí hace mucho, mucho, mucho tiempo.

    Púdrete en el infierno, hijo de la grandísima puta.