6.44 de la mañana y sereno. 6.44 de la mañana del sábado 28 de septiembre. Llevo toda la semana levantándome entre las 4.45 y a las 5.00 y ahora pasa lo que pasa. Estoy descansado, he dormido perfectamente. Pero no son ni las siete de la mañana de un sábado y ya estoy danzando.

Por cierto, estoy escuchando a los cuervos gritar como locos.

Ayer por la tarde vino mi ex-jefe y buen amigo a visitarme después del incidente. Lo vi muy triste y con una cogorza del copón. Me contagió esa tristeza. No pude venir a su boda y eso me jodió. Que tengo «excusa», como él me dijo bromeando. Pero eso no hace que deje de joderme.

Estoy empezando a getting into terms with the fact that my life is here instead of 2000 km to the south, que es lo que le dije a él. Se alegró por alguna razón que no entiendo muy bien.

Me he dado cuenta de que después de todos estos años he sido capaz de crear una red de amigos aquí. No dejo de tener los de casa, pero estos también son buenos. Debería aprovecharlos.

Qué lío de texto. Allá va, publicado sin más, sin editar y sin releer. A tomar por ichi. Esto no lo lee ni Peter de todas formas.