La mujer como un objeto

“Varias legislaciones conciben a la mujer como un objeto. En la Mesopotamia, la violación de una mujer menoscaba a su propietario, padre o marido, que sufre el perjuicio. La ley medioasiria prevé que un padre pueda mandar violar a la mujer del agresor de su hija; en cuanto a la víctima, esta es dada en matrimonio a su violador, que entonces recibe un bien averiado. Asimismo, hay mujeres que son enviadas a los territorios por colonizar, donde la presencia de los numerosos soldados desequilibra el sex ratio. En el siglo XVIII, el gobierno ruso envía a Siberia a prostitutas y reas con el objeto de que sean mujeres de cosacos. Los oficiales eligen primero, los soldados rasos han de contentarse con las tuberculosas y las sifilíticas.”

Jablonka, I. (2020). Hombres justos. Libros del Zorzal, p. 58.

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