Lo de las gominolas fue una noche de emergencia. La noche en la que terminé en recorriendo la ciudad en una ambulancia, con las luces azules y el ninoninonino y todo. No pasó nada, solo gajes del oficio. Las demás fotos no tienen ningún interés ni ninguna historia. Están para hacer bulto, nada más.
Categoría: Personal
-
Sigo sin poder moverme y con una tos del copón. Como he leído que hay una epidemia de tos ferina en Dinamarca, tengo todos los síntomas y me veo de baja tres semanas. También me veo colgando de una cuerda del techo y descomponiéndome lentamente debido a las bajas temperaturas. Así que probablemente no vayan a encontrar mi cuerpo hasta mayo del 2024.
-
Me cago en mi calavera.
Actualizado 18:35. Alguien ha apretado el freno de emergencia en uno de los baños del tren. He sobrevivido a un sabotaje, una cancelación y un capullo tocando el botón que no era.
Actualizado 20:41. He sobrevivido a todo lo anterior y a mí mismo. ¿Cómo puedo ser tan gafe? 🤣
Actualizado 21:27. Fin. Con casi seis horas de retraso.
-
¿Os acordáis cuando decía que todo iba a ir bien mientras no termináramos en el hospital o en comisaría? Bueno, pues he aprendido una gran lección: nunca bromees con la posibilidad de que algo ocurra en el futuro, because karma is a bitch.
Iba a hacer una broma sobre que cancelen un tren, pero paso.
Todo saldrá mal.
-
Todo son risas hasta que TRACATRÁ.
Hospital: check
-
Prueba superada. Estamos en Berlín, al lado de Mehringdamm. Salimos del hostal infecto donde nos han metido y a la derecha tenemos el puesto de kebab vegetariano más conocido de Berlín. A la derecha, un puesto “currywurst” conocidísimo, junto al Boiler, una de las saunas de maricones más grandes de Europa.
Mis compañeros y yo estamos agotados y en nuestras habitaciones. La muchachada está en los cabaretes o borrachas o ambas opciones a la vez. Les he dicho que me llamen si hay alguna urgencia. Las urgencias deben estar relacionadas con un ingreso: o a) un ingreso hospitalario o b) un ingreso en prisión. Si no, que me olviden.
-
La extraña trieja
A estas horas estaré de camino a Berlín, por enésima vez, con un grupo de chavales. Esta vez son bastante mayores que los que solía llevarme de viaje de estudios, tienen entre 16 y 22 años. Me acompañan dos profes: el de historia y la de física. Somos la extraña trieja: él no habla con nadie en la sala de profes pero los estudiantes dicen que no para de hablar en clase. Y ella, bueno, ella es profe de física.
El programa es el de un viaje de estudios de estas características: ver los mismos museos de siempre, comer comida basura, de la que no se puede conseguir en Mordor, y volver con una ETS. Yo no, pero más de dos y más de tres, seguro. Esta vez me da igual, legal y personalmente. Mientras la policía no se ponga en contacto conmigo y no sea necesaria la intervención de ningún servicio sanitario, me doy por satisfecho.
Seguiré informando.
Yo, mientras no terminemos en comisaría o en urgencias. -
Dos cosas. La primera es que he recogido las gafas nuevas y parezco Mortadelo. No sé cómo puedo haberme manejado tan bien hasta ahora sin la graduación correcta. Eso sí, mi móvil es enorme.
La segunda es que le han encontrado un gusano en el cerebro de una señora de 64 años. El gusano medía 8 centímetros y estaba vivo cuando se lo han sacado. Es un ejemplar de ophidascaris robertsi que suele encontrarse en las pitones, pero no puedo contar más porque he leído el artículo (ya puedo leer) y me estaba mareando.
UN
PUTO
GUSANO
VIVO
EN
EL
CEREBRO
-
De toda la vida me han fascinado las copias cutres. Me encanta pensar en qué se les pasaría por la cabeza cuando estaban ideando la copia. “Ya verás qué bien queda todo que no se van a dar ni cuenta: ni de que no hablo inglés, ni de que es una copia, ni de que no soy negro.”
Pd: ahora no se me va de la cabeza el KULIMAR MAR MAR MAR de este Thriller indio.