Categoría: Personal

  • Anoche me dejé el monedero en un taxi.

    Pagué con la tarjeta que llevaba configurada en el móvil. Al rato, me di cuenta de que no llevaba el monedero y que el bolsillo de la mochila estaba abierto así que se me puede haber caído por la calle. He intentado hablar con todas las compañías de taxi de la ciudad, pero el número de licencia que quedó registrado en la cuenta del banco cuando pagué con la tarjeta no pertenece a ninguna de ellas.

    El problema, además del dinero, es el mismo que ha tenido todo el mundo en esta situación: el dni, las tarjetas del banco y el carné de conducir. En mi caso, además, las tarjetas y el carné de conducir son de Mordor, así que ya veremos cómo me las apaño hasta mi vuelta. Afortunadamente, tengo pasaporte para coger el vuelo.

    Mi TDAH y yo estamos acostumbrados a estas situaciones y seguro que cualquiera podría haber aprendido una lección importante, pero no, NOS no hemos aprendido nada, ni aprenderemos nada. Y lo peor son los «deberías» y «¿pero cómo se te ocurre?», «¿pero no has pensado?»… Pues no, no lo he pensado. Pues no, no se me ha ocurrido.

  • Rupturas emocionales #pride

  • Los numerales no son universales; la expresión de las cantidades, sí

    Los numerales no son universales; la expresión de las cantidades, sí

    Se dice que todas las lenguas tienen algún tipo de sistema para contar cosas o decir cuánto hay. Pero en realidad, la forma en que cada idioma lo hace es tan diferente que hay algunos en los que ni siquiera existen los numerales como palabras que expresan con palabras lo que habitualmente se representa con símbolos como 1, 2, 3, etc. Algunas lenguas se las arreglan con palabras descriptivas o términos generales para hablar de cantidades en lugar de usar números específicos. Por ejemplo, en lugar de decir «tres manzanas», podrían decir algo así como «un grupito de manzanas». Aunque no se usen los números en sí, la idea de cantidad sigue estando presente.

    El vídeo de Numberphile es muy interesante.

  • 🏳️‍🌈 #pride

    Her rise to becoming a vanguard of the gay liberation movement began with the 1969 riots at the Stonewall Inn. Many people credit Marsha with throwing the first punch, though she has denied this claim many times. This doesn’t mean she wasn’t one of the riots’ most prominent figures. She worked with many other activists during the uprising, pushing against the various police attacks occurring at the time. This rebellion gave energy to a more forceful push towards the access of LGBTQIA+ rights and set the stage for future congregations, including the first gay pride parade. I like to describe it as a gay “renaissance” in that activism and study of transgender theory skyrocketed.
    
    Jalda Morancy

    Thank you, Marsha Johnson. ♥️

  • Mordor, Verano de 2023

  • Algunos mitos sobre el TDAH. Spoiler alert: son falsos

    Algunos mitos sobre el TDAH. Spoiler alert: son falsos

    El TDAH no existe, es un cuento de las farmacéuticas para vender. La medicación para el TDAH es droga. Las niñas no tienen TDAH. Si tienes TDAH, llevas una vida de mierda. Los adultos no tienen TDAH. Una buena educación (o incluso una hostia a tiempo) y verías como se acaba el cuento del TDAH.

    No es el único diagnóstico de saludo mental sobre el que se dice algo parecido: hay quien cree que la depresión no existe, o que la anorexia es sólo una fase y que todo se pasa tomándose las cosas con tranquilidad. Mis favoritos sobre el TDAH son tres: uno, que es una condición que afecta mayoritariamente a niños, no a niñas, que se desvanece mágicamente al llegar a la dead adulta, cuando se madura y que es un invento de las farmacéuticas para vender medicación y para drogar a los niños con ánimo, yo qué sé, de conquistar el mundo.

    ¿Para qué tratarlo?, ya se les pasará

    Primero: no tratar el TDAH es lo mismo que ignorar la presión arterial o el colesterol altos. Sin medicación, el TDAH implica algunos riesgos importantes para la salud y el bienestar: según Brunkhorst-Kanaan et al (2021), los individuos con TDAH sin medicar tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes a lo largo de la vida, un riesgo que es especialmente alto entre los 18 y los 25 años, por ejemplo, de sufrir un accidente de tráfico. Además, presentan una mayor tasa de abuso de sustancias y de sufrir trastornos de la conducta, así como cuadros depresivos y de ansiedad. Esto último también lo confirman Jensen (2001) y Daviss (2008).

  • Si no te enamora esta máquina de escribir, es que no tienes sentimientos.