• Los estilos de apego (y el amor)

    blue and white rope on green wooden board

    Los estilos de apego son patrones de relación emocional que se desarrollan en la infancia y se basan en las interacciones con los cuidadores principales. Estos patrones influyen en cómo nos relacionamos con los demás a lo largo de la vida. Según la teoría del apego de John Bowlby, ampliada por Mary Ainsworth, existen varios estilos de apego que influyen en la manera en la que afrontamos relaciones de pareja o incluso en cómo gestionamos las relaciones de follamigos y si estamos dispuestos a mantener una relación así. Ojo, el hecho de ser marica o bollera, en principio, no tiene relación con el el estilo de apego que se desarrolla con el tiempo, así que tanto si eres hetero como si eres normal, puedes mostrar patrones de comportamiento de cualquiera de los estilos.

    ¿Cómo son y cómo son sus relaciones amorosas?

    El seguro

    El apego seguro se caracteriza por una visión positiva tanto de uno mismo como de los demás. Las personas con apego seguro se sienten cómodas con la intimidad y la autonomía. Este estilo se forma cuando los cuidadores son consistentemente sensibles y responsivos a las necesidades del niño, creando una sensación de seguridad y confianza.

    Los adultos con un patrón de apego seguro suelen disfrutar de relaciones estables y satisfactorias, se sienten cómodos con la intimidad y la cercanía, confían en la disponibilidad de sus parejas y amigos, tienen una autoestima positiva, se valoran a sí mismos y creen merecer amor y cuidado, se comunican de manera clara y asertiva, escuchan a los demás y tienen la capacidad para regular sus emociones de forma saludable. Son lo que todos querríamos ser.

    El ansioso

    El apego ansioso, también conocido como ambivalente, se caracteriza por una visión negativa de uno mismo y positiva de los demás. Las personas con apego ansioso buscan constantemente validación y amor y temen no recibirlos. Este estilo surge cuando los cuidadores son inconsistentes en sus respuestas, creando incertidumbre y ansiedad sobre su disponibilidad.

    Por otro lado, las personas con un apego ansioso-ambivalente pueden experimentar relaciones de pareja intensas pero inestables, buscando constantemente la aprobación y el afecto de su pareja, sintiendo ansiedad o inseguridad si no reciben la atención necesaria. Generalmente, sufren de baja autoestima y dudan de su propio valor. También tienen dificultades para comunicarse de manera efectiva, llegando a ser, con frecuencia, pasivo-agresivos o a expresar sus emociones de forma indirecta, luchando para regular sus emociones. Tienen propensión a experimentar ansiedad, ira o tristeza.

    silhouette of person's hands forming heart

    El evitativo

    El apego evitativo se caracteriza por una visión positiva de uno mismo pero negativa de los demás. Las personas con este estilo prefieren la independencia y evitan la cercanía emocional. Este estilo se desarrolla cuando los cuidadores son emocionalmente distantes, lo que lleva al niño a suprimir la necesidad de cercanía y afecto.

    Tienden a ser independientes y autosuficientes, priorizan su libertad y espacio personal, se sienten incómodos con la intimidad emocional, evitan el compromiso y tienen dificultades para formar relaciones serias o mantenerlas a largo plazo. En muchas ocasiones observamos que llegan a ocultar sus emociones lo que les hace parecer fríos o distantes y las pasan canutas para expresar sus sentimientos. En el fondo, temen al rechazo y huyen de las situaciones en las que podrían sentirse vulnerables o heridos.

    El desorganizado

    El apego desorganizado se manifiesta en comportamientos y actitudes contradictorias en las relaciones. Las personas con este estilo pueden mostrar una mezcla de evitación y ansiedad, y a menudo tienen dificultades para regular sus emociones. Este estilo se desarrolla en entornos donde los cuidadores son impredecibles que crean una experiencia de apego caótica y desorganizada.

    Estas personas pueden haber experimentado algún tipo de trauma o abuso durante la infancia, y tienen relaciones caóticas e inestables. Tienen dificultades para confiar en los demás y mantener relaciones sanas, sufren de baja autoestima y tienen una autoimagen negativa de sí mismos. A la hora de regular sus emociones lo tienen jodido y pueden mostrar signos de «extremos emocionales» como la ira o la tristeza intensas y hasta comportamientos impulsivos o autodestructivos.

    ¿Se puede cambiar el estilo de apego?

    Los estilos de apego no son estáticos y pueden cambiar con el tiempo y la experiencia. La terapia y las relaciones saludables pueden ayudar a desarrollar un estilo de apego más seguro.

    Es posible que una persona cambie su estilo de apego sin intervención profesional, aunque es un proceso jodido que requiere un esfuerzo consciente y sostenido. Las experiencias de vida positivas por sí solas no suelen ser suficientes para que se genere este cambio.

    Las experiencias positivas en las relaciones adultas pueden contribuir al cambio del estilo de apego, especialmente si estas experiencias son consistentes y duraderas. Algunos factores que pueden facilitar este cambio incluyen tener relaciones de pareja o amistades con personas que tengan un estilo de apego seguro. Observar y aprender de otros modelos de comportamiento también puede ayudar a internalizar patrones más sanos de interacción. Esto ocurre, normalmente, cuando estamos pasando por una relación tormentosa y, a raíz de hablar con una persona a la que queremos y admiramos por cómo lleva su relación, nos damos cuenta de que hay una alternativa mucho mejor a la nuestra. Otra cosa es que igual estamos equivocados porque pensamos que es mejor lo que tienen los demás que lo que tenemos nosotros.

    silhouette photo of two women holding each other hands

    Además, experimentar momentos de conexión profunda y apoyo emocional en las relaciones puede fortalecer la autoestima y la confianza en los demás. Ser capaz de expresar y comunicar necesidades y emociones de manera efectiva también es súper importante, ya que la comunicación abierta y honesta fomenta la comprensión mutua y la resolución de conflictos de manera saludable. Los vínculos afectivos también se fortalecen y son constructivos cuando sabemos que lo que vemos es lo que hay, cuando no desconfiamos y cuando hacemos un esfuerzo consciente por comunicar nuestros sentimientos y nuestras frustraciones de forma responsable, bien porque estamos explicando exactamente cómo y por qué nos sentimos así, bien porque estamos intentando minimizar el impacto negativo en la otra persona de lo que vamos a decir y de cómo lo vamos a decir.

    Desarrollar estrategias para manejar el estrés y las emociones difíciles, como practicar técnicas de autocuidado como la atención plena, la relajación o la actividad física, puede contribuir a la regulación emocional. Una persona que maneja sus emociones de forma adecuada es una persona que tendrá más papeletas para poder gestionar sus relaciones de pareja.

    Aunque yendo al psicólogo puedes cambiar algunos de esos patrones de pensamiento o de comportamiento que te hacen sentir mal con tu pareja, la ayuda profesional no lo es todo. De hecho, los patrones de apego arraigados en la infancia pueden ser difíciles de modificar por sí solos, y las experiencias negativas en las relaciones adultas pueden reforzar patrones de apego inadecuados. Las personas con estilos de apego ansioso-ambivalente o evitativo pueden tener dificultades para identificar y modificar sus propios patrones y eso ya es más jodido, porque si no sabes que algo va mal, ¿cómo vas a cambiarlo?

    El cambio de apego puede ser un proceso emocionalmente complejo y desafiante. En este sentido, un terapeuta puede proporcionar un espacio seguro para explorar los patrones de apego y sus efectos en las relaciones, ofrecerte herramientas y estrategias para comprender y modificar comportamientos, brindarte apoyo y guía durante el proceso de cambio, y ayudarte a identificar y abordar experiencias tempranas que hayan contribuido al estilo de apego.

    Los estilos de apego no son una explicación para lo que nos pasa con las relaciones amorosas. Mucha gente, en cuanto lee sobre esta teoría, tiende a pensar que identificando el estilo propio y el de su pareja son capaces de, por arte de magia, introducir cambios y tener mejores relaciones. No es así. De hecho, las personas que buscan y que se interesan en esta cuestión tienden a pasar por una primera fase en la que buscan desesperadamente identificar los estilos con el objetivo de encontrar pareja. No, conocer esta teoría no te va a ayudar a tener más novios o más novias ni a que tus relaciones vayan mejor. Ni de coña. Lo que sí puede abrirte es la puerta a conocerte mejor y a indagar un poco. Con un post en un blog de mierda como éste, no vas a encontrar la solución.

    Si de verdad tienes problemas con tus parejas o te sientes solo, busca la respuesta en otra parte. Aquí no está.

    Referencias
    
    Ainsworth, M. D. S., Blehar, M. C., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of Attachment: A Psychological Study of the Strange Situation. Lawrence Erlbaum Associates.
    
    Bartholomew, K., & Horowitz, L. M. (1991). Attachment Styles Among Young Adults: A Test of a Four-Category Model. Journal of Personality and Social Psychology, 61(2), 226-244.
    
    Bowlby, J. (1982). Attachment and Loss: Vol. 1. Attachment. Basic Books.
    
    Brennan, K. A., Clark, C. L., & Shaver, P. R. (1998). Self-Report Measurement of Adult Attachment: An Integrative Overview. In J. A. Simpson & W. S. Rholes (Eds.), *Attachment Theory and Close Relationships* (pp. 46-76). Guilford Press.
    
    Cassidy, J., & Shaver, P. R. (Eds.). (2008). Handbook of Attachment: Theory, Research, and Clinical Applications. Guilford Press.
    
    Fraley, R. C., & Shaver, P. R. (2000). Adult Romantic Attachment: Theoretical Developments, Emerging Controversies, and Unanswered Questions. Review of General Psychology, 4(2), 132-154.
    
    Hazan, C., & Shaver, P. (1987). Romantic Love Conceptualized as an Attachment Process. Journal of Personality and Social Psychology, 52(3), 511-524.
    
    Johnson, S. M. (2002). Emotionally Focused Couple Therapy with Trauma Survivors: Strengthening Attachment Bonds. Guilford Press.
    
    Main, M., & Solomon, J. (1990). Procedures for Identifying Infants as Disorganized/Disoriented during the Ainsworth Strange Situation* In M. T. Greenberg, D. Cicchetti, & E. M. Cummings (Eds.), Attachment in the Preschool Years: Theory, Research, and Intervention (pp. 121-160). University of Chicago Press.
    
    Mikulincer, M., & Shaver, P. R. (2007). Attachment in Adulthood: Structure, Dynamics, and Change. Guilford Press.
  • Hace un año escribí esta nota sobre los trastornos del lenguaje. Qué mierda de texto, oye, pero cada vez me flipan más estas movidas.

  • I was pregnant, and getting ready for our son’s second birthday when the phone rang and everything changed in an instant. My husband had collapsed during a half marathon. How would I ever keep going? [...] My husband never woke up. I waited all night, as his family and mine arrived, their faces ashen. The following day he was pronounced dead.
    
    Puk Qvortrup.

    Enlace al artículo de The Guardian.

  • Los matrimonios concertados y la felicidad

    a man and a woman kissing in front of a fountain

    Este es un tema que siempre me ha flipado. ¿Por qué los matrimonios concertados duran tanto? Lo primero que me viene a la cabeza es que no tienen otra opción. Puede que si decidas que el mastuerzo que tienes a tu lado ya no te hace feliz, si es que eso ocurrió alguna vez, igual te apedrean hasta la muerte. Pero nosotros y nosotras, occidentales de pro, creemos que estos matrimonios son una barbaridad (y en muchas ocasiones lo son, pero no siempre) o que no es que «duren», es que no hay alternativa. Pues mira, igual no.

    “When I was growing up in Bombay, I shared all the fantasies of other girls my age. My dreams played out like Bollywood movies, with romantic notions of love, but of course the reality of my situation was very different to what I saw on the screen. My parents, aunts and uncles all had arranged marriages and I knew that eventually, when I came of age, I’d have an arranged marriage, too. I didn’t mind at all; there’s a real sense of security that comes from having your loved ones put their time and energy into finding you the perfect match. I trusted them completely.
    
    My parents are quite broad-minded, so a love marriage wouldn’t have been out of the question. But since I hadn’t short-listed anyone for myself, I was happy for them to get the ball rolling. My parents let the broader community know that we were looking and a family friend got in touch to say they knew the perfect person for me.
    
    Parul Mehta.

    ¿Es posible ser feliz en un matrimonio concertado?

    La comprensión cultural del matrimonio juega un papel fundamental en la satisfacción marital dentro de los matrimonios concertados. En muchas culturas donde esta práctica es común, el matrimonio no se ve como una simple unión entre dos individuos basada en el amor romántico, sino como una alianza entre dos familias con objetivos comunes y valores compartidos. Esta visión cultural del matrimonio influye profundamente en cómo los cónyuges perciben y experimentan su relación.

    En estas sociedades, las expectativas de los matrimonios concertados a menudo se centran en la construcción de una vida estable y cooperativa. El amor romántico, aunque puede ser muy importante, no es el único ni el principal pilar del matrimonio. En su lugar, se enfatiza la importancia del respeto mutuo, la responsabilidad compartida y la colaboración en la creación de un hogar armonioso. Esta perspectiva puede reducir las tensiones que a veces surgen cuando el amor romántico inicial se desvanece, permitiendo que los cónyuges trabajen juntos para construir una relación sólida y duradera.

    Llévate bien con los suegros

    El apoyo de la familia política es otro aspecto crucial. En muchos matrimonios concertados, las familias no solo organizan el matrimonio, sino que también juegan un papel activo en su mantenimiento. Este apoyo constante puede proporcionar un entorno de seguridad y respaldo emocional esencial para la resolución de conflictos y para favorecer la estabilidad. La percepción de que el matrimonio es un esfuerzo colectivo, te lo creas o no, puede aliviar la presión sobre la pareja y fomentar un sentido de comunidad y pertenencia.

    Además, la selección de los cónyuges en los matrimonios concertados a menudo se basa en una evaluación cuidadosa de hasta qué punto son compatibles respecto a la educación, los valores y las expectativas de vida. Este examen de las variables implicadas puede llevar a una mayor armonía y comprensión entre los cónyuges, porque son las familias quienes aseguran que los individuos compartan objetivos y visiones similares. Lo que termina ocurriendo es que se favorecen las relaciones de cooperación, comprensión y respeto.

    two person walking on green grass field

    La orientación cultural hacia el deber y la responsabilidad en el matrimonio influye en la satisfacción marital. En muchas de estas culturas, existe una fuerte creencia en el compromiso y el esfuerzo consciente por hacer que el matrimonio funcione. Este enfoque en el deber y la responsabilidad puede fomentar un compromiso más profundo entre los cónyuges, lo que a su vez facilita el desarrollo de una intimidad emocional y una conexión apasionada con el tiempo.

    El compromiso inicial en un matrimonio concertado puede ser un último factor clave para el desarrollo de la intimidad y la pasión. La teoría del amor de Sternberg, que incluye componentes de intimidad, pasión y compromiso, sugiere que el compromiso puede ser un precursor de la intimidad y la pasión. En los matrimonios concertados, el compromiso inicial, basado en el acuerdo familiar y social, crea una base sólida sobre la cual los cónyuges pueden construir una relación emocionalmente íntima y apasionada con el tiempo. Este compromiso inicial puede ser visto como una promesa mutua de apoyo y cooperación, lo que a menudo lleva a un vínculo más fuerte y profundo a medida que los cónyuges se conocen mejor y desarrollan una conexión emocional y física más intensa.

    Parece que la percepción cultural del matrimonio como una unión basada en el respeto, la cooperación y el apoyo familiar, combinada con una selección cuidadosa y un fuerte sentido de deber, contribuye de manera significativa a la satisfacción marital en los matrimonios concertados. ¿Todos los matrimonios concertados son felices? Ni de coña. Pero sí pueden ser felices. Y no solo eso: pueden ser igual de felices que los matrimonios románticos. Lo que pasa es que los occidentales somos unos soberbios y pensamos que lo nuestro es mejor, siempre. Y esto es un poco racista. O mucho.

    Referencias
    
    Gupta, G. R. (1976). Love, Arranged Marriage, and the Indian Social Structure. Journal of Comparative Family Studies, 7(1), 75-85.
    
    Goode, W. J. (1963). World Revolution and Family Patterns. Free Press.
    
    Sternberg, R. J. (1986). A triangular theory of love. Psychological Review, 93(2), 119-135.
    
    Zaidi, A. U., & Shuraydi, M. (2002). Perceptions of arranged marriages by young Pakistani Muslim women living in a Western society. Journal of Comparative Family Studies, 33(4), 495-514.
  • La influencia de la competencia intergrupal

    baseball player in white and blue jersey shirt and white pants holding baseball bat during daytime
    In the social sphere, the development of team sports and sports leagues placed nonviolent intergroup competition at the center of people's leisure time, where it often became part of their personal identity. Participation in team sports became central to raising children (well, ate least boys). After deflation Napoleon at Waterloo, the Duke of Wellington explained that the "battle was won on the playing fields of Eton," by which he meant that the character of British officers was honed on the anvil of sport. Interestingly, cricket, rugby, hockey, soccer, American football, and baseball, all trace their roots back to preindustrial England. The latter two American sports derive, respectively, from rugby and English folk games, including the children's game of rounders and stool ball. Of course, today, Matsigenka enjoy soccer, Fijians rugby, Japanese baseball, and Indian cricket. 
    
    My point is that our modern institutional frameworks incorporate various forms of intergroup competition that drive up people's inclinations to trust and cooperate with strangers and may influence other aspects of our psychology. People learn to work in ad hoc teams, even if those teams are composed of a bunch of strangers. The engine of intergroup competition pushes against the within-group forces of cultural evolution, which often favour self-interest, zero-sum thinking, collusion, and nepotism. Our WEIRD institutional frameworks began developing during the High Middle Ages, as people who were increasingly individualistic, independent, nonconformist and analytic starters to compete. In the long run, competition among territorial states favoured those that developed ways to harness and embed the psychological and economic effects of nonviolent intergroup competition. Of course, no one designed this system, and few even realise how it shapes our psychology or why it often works. 
    
    Henrich (2020), p. 359.

    El psicólogo social Muzafer Sherif también exploró los efectos de la competencia intergrupal en su famoso experimento de la cueva de los ladrones. Sherif demostró cómo la competencia por recursos limitados puede aumentar el conflicto y la hostilidad entre grupos, pero también cómo la cooperación hacia objetivos comunes puede reducir la animosidad y fomentar la colaboración. Este experimento subraya la importancia de los deportes y otras formas de competencia no violenta en la promoción de la cooperación y la confianza entre diferentes grupos, ya que proporcionan un medio estructurado y seguro para que los individuos experimenten la interdependencia y la cohesión social. Así, tanto en los campos de juego de Eton como en los experimentos de Sherif, vemos reflejados los mismos principios fundamentales que configuran nuestra psicología y nuestras sociedades modernas.

    El experimento de la cueva de los ladrones de Muzafer Sherif, llevado a cabo en 1954, fue un estudio pionero en la comprensión de la dinámica intergrupal. En este experimento, Sherif y sus colegas observaron a dos grupos de niños en un campamento de verano, inicialmente manteniéndolos separados para que desarrollaran identidades grupales fuertes. Posteriormente, introdujeron situaciones de competencia entre los grupos, lo que resultó en un aumento significativo de la hostilidad y el conflicto. Sin embargo, al enfrentarse a problemas que requerían cooperación mutua para ser resueltos, como la escasez de agua y la necesidad de reparar un camión varado, los grupos comenzaron a colaborar, reduciendo la tensión y fomentando actitudes positivas entre ellos. Este proceso de formación de identidades grupales, seguido por la competencia y finalmente la cooperación hacia objetivos superordinados, mostró cómo las estructuras sociales y las relaciones intergrupales pueden ser manipuladas para promover la cooperación y la armonía social. Las conclusiones de Sherif apoyan la idea de que, a través de la competencia no violenta y la cooperación, como en los deportes de equipo, se pueden forjar vínculos de confianza y colaboración que trascienden las divisiones grupales iniciales, reflejando así los mecanismos subyacentes en el desarrollo de las sociedades modernas.

  • Las monjas de Belorado, en Burgos, han estado en el centro de una disputa eclesiástica que recuerda a los dramas de “Juego de Tronos”. Enlace a El Diario.

  • El albanés es el unicornio de las lenguas indoeuropeas

    a statue of a person with a flag in the background

    Si estás acostumbrado a las estructuras del latín, el griego, o el castellano, el albanés puede parecerte de otro planeta. No es que no pertenezca a la misma familia que las lenguas anteriores, es que parece que decidió vestirse de emo, ponerse una pamela y andar a la pata coja.

    Para empezar, la morfología del albanés es una pesadilla. Mientras que otras lenguas indoeuropeas han simplificado sus sistemas de declinación, el albanés sigue utilizando un conjunto de casos que no siguen ningún patrón lógico y que le complican la vida a cualquiera que quiera aprenderla. Es como intentar aprender a manejar un destornillador y te hubieras encontrado con un maletín completo de herramientas, cada una con su propio manual de instrucciones.

    En resumen, sobre la morfología del albanés:

    1. Flexión Nominal Compleja: El albanés tiene una declinación nominal compleja con cinco casos (nominativo, acusativo, genitivo, dativo, ablativo) y tres géneros (masculino, femenino y neutro). Los sustantivos también se declinan según el número (singular y plural).
    2. Artículos Definidos y Indefinidos: Los artículos definidos se posponen al sustantivo, lo cual es una característica notablemente diferente de muchas lenguas indoeuropeas. Por ejemplo, «libro» es «libër», mientras que «el libro» es «libri». Los artículos indefinidos se anteponen al sustantivo (p.ej., «un libro» es «një libër»).
    3. Sistema Verbal Complejo: El sistema verbal del albanés es bastante complejo y consta de múltiples tiempos (presente, pasado, futuro), modos (indicativo, subjuntivo, imperativo, optativo), y aspectos (perfectivo e imperfectivo). Además, el albanés utiliza auxiliares para formar tiempos compuestos. No es que esto sea especialmente particular, de hecho, diría que el castellano es más complejo en cuanto al número de formas. Pero si los verbos irregulares de las lenguas germánicas te parecen una movida, cágate con las del albanés.
    4. Uso Extensivo de Partículas: El albanés emplea diversas partículas gramaticales para indicar aspectos verbales, negaciones, y otras funciones gramaticales. Estas partículas son esenciales para la correcta conjugación y comprensión de los verbos. Lo mejor del caso es que estas partículas, que en otras lenguas como las germánicas no se declinan ni na, en albanés tienen formas aparentemente aleatorias. La partícula del genitivo y la de los adjetivos hará que te explote la cabeza.

    El vocabulario albanés es otro misterio. Muchas de sus palabras no tienen un equivalente claro en otras lenguas indoeuropeas. Algunas parecen sacadas de la nada y los filólogos llevan un siglo rascándose la cabeza tratando de rastrear sus orígenes. Esta independencia léxica le da al albanés un tono muy propio, y a veces parece que están hablando en códigos secretos.

    Además, el albanés ha absorbido influencias de muchos pueblos. A lo largo de la historia, Albania ha estado en contacto con culturas y lenguas muy diversas: el latín y el griego de la antigüedad, el eslavo de los vecinos balcánicos, el turco durante el Imperio Otomano, y más recientemente, el italiano. Esta mezcla ha dejado una serie de huellas en el idioma, que han terminado generando un vocabulario que es un verdadero crisol.

    people walking on park during daytime

    La pronunciación también es un campo de minas. El albanés tiene sonidos que no son comunes en otras lenguas indoeuropeas. Algunas combinaciones de consonantes y vocales pueden parecer extrañas y difíciles de pronunciar. Los hablantes de otros idiomas pueden sentirse como si estuvieran intentando aprender a tocar un instrumento musical, con notas que nunca antes habían escuchado.

    Más o menos, hay que saber lo siguiente:

    1. Sistema Vocálico: El albanés tiene siete vocales: /a, ɛ, e, i, o, u, y/ (la última es una vocal frontal redondeada, similar a la ‘ü’ alemana). Además, tiene dos diptongos principales: /ai/ y /au/. Nada del otro jueves. Averiguar cuál es la tónica es otra cosa.
    2. Consonantes Palatalizadas y Alveolares: Presenta una distinción entre consonantes palatalizadas y no palatalizadas, lo cual afecta significativamente la fonología de la lengua. También tiene una serie de consonantes alveolares, post-alveolares y retroflejas.
    3. Entonación y Acento: La entonación y el acento en albanés son distintivos y hay filólogos que llevan tres décadas discutiendo a hostias si es predecible o no.
    4. Influencia de Lenguas Vecinas: La fonología del albanés ha sido incluida por lenguas vecinas, como el griego, el latín y las lenguas eslavas, resultando en una rica variedad de sonidos y préstamos fonológicos.

    A pesar de todas estas movidas o precisamente por ellas, el albanés tiene un encanto especial. Su complejidad morfológica y su riqueza léxica lo convierten en una lengua fascinante. Es una ventana a una cultura totalmente diferente de la tuya. Además, aprender albanés es una manera de conectar con una cultura que ha resistido y florecido a pesar de las dificultades y a pesar de haber estado maltratada por todos sus vecinos.

    No es una lengua que se aprenda en España. De hecho, creo que no hay ninguna escuela oficial de idiomas que la enseñe. Y me parece que tampoco hay ninguna facultad. Recemos porque algunas almas caritativas la cuelguen en Duolingo.