Categoría: Psicología

  • La influencia de la competencia intergrupal

    La influencia de la competencia intergrupal

    In the social sphere, the development of team sports and sports leagues placed nonviolent intergroup competition at the center of people's leisure time, where it often became part of their personal identity. Participation in team sports became central to raising children (well, ate least boys). After deflation Napoleon at Waterloo, the Duke of Wellington explained that the "battle was won on the playing fields of Eton," by which he meant that the character of British officers was honed on the anvil of sport. Interestingly, cricket, rugby, hockey, soccer, American football, and baseball, all trace their roots back to preindustrial England. The latter two American sports derive, respectively, from rugby and English folk games, including the children's game of rounders and stool ball. Of course, today, Matsigenka enjoy soccer, Fijians rugby, Japanese baseball, and Indian cricket. 
    
    My point is that our modern institutional frameworks incorporate various forms of intergroup competition that drive up people's inclinations to trust and cooperate with strangers and may influence other aspects of our psychology. People learn to work in ad hoc teams, even if those teams are composed of a bunch of strangers. The engine of intergroup competition pushes against the within-group forces of cultural evolution, which often favour self-interest, zero-sum thinking, collusion, and nepotism. Our WEIRD institutional frameworks began developing during the High Middle Ages, as people who were increasingly individualistic, independent, nonconformist and analytic starters to compete. In the long run, competition among territorial states favoured those that developed ways to harness and embed the psychological and economic effects of nonviolent intergroup competition. Of course, no one designed this system, and few even realise how it shapes our psychology or why it often works. 
    
    Henrich (2020), p. 359.

    El psicólogo social Muzafer Sherif también exploró los efectos de la competencia intergrupal en su famoso experimento de la cueva de los ladrones. Sherif demostró cómo la competencia por recursos limitados puede aumentar el conflicto y la hostilidad entre grupos, pero también cómo la cooperación hacia objetivos comunes puede reducir la animosidad y fomentar la colaboración. Este experimento subraya la importancia de los deportes y otras formas de competencia no violenta en la promoción de la cooperación y la confianza entre diferentes grupos, ya que proporcionan un medio estructurado y seguro para que los individuos experimenten la interdependencia y la cohesión social. Así, tanto en los campos de juego de Eton como en los experimentos de Sherif, vemos reflejados los mismos principios fundamentales que configuran nuestra psicología y nuestras sociedades modernas.

    El experimento de la cueva de los ladrones de Muzafer Sherif, llevado a cabo en 1954, fue un estudio pionero en la comprensión de la dinámica intergrupal. En este experimento, Sherif y sus colegas observaron a dos grupos de niños en un campamento de verano, inicialmente manteniéndolos separados para que desarrollaran identidades grupales fuertes. Posteriormente, introdujeron situaciones de competencia entre los grupos, lo que resultó en un aumento significativo de la hostilidad y el conflicto. Sin embargo, al enfrentarse a problemas que requerían cooperación mutua para ser resueltos, como la escasez de agua y la necesidad de reparar un camión varado, los grupos comenzaron a colaborar, reduciendo la tensión y fomentando actitudes positivas entre ellos. Este proceso de formación de identidades grupales, seguido por la competencia y finalmente la cooperación hacia objetivos superordinados, mostró cómo las estructuras sociales y las relaciones intergrupales pueden ser manipuladas para promover la cooperación y la armonía social. Las conclusiones de Sherif apoyan la idea de que, a través de la competencia no violenta y la cooperación, como en los deportes de equipo, se pueden forjar vínculos de confianza y colaboración que trascienden las divisiones grupales iniciales, reflejando así los mecanismos subyacentes en el desarrollo de las sociedades modernas.

  • Usar Tinder o Grindr puede ser un problema: ¿qué consecuencias puede tener para la salud mental?

    Usar Tinder o Grindr puede ser un problema: ¿qué consecuencias puede tener para la salud mental?

    ¿Queda alguien que no haya usado las apps de zorreo? Servidor es culpabilísimo. Y no hablo ya de Tinder o Grindr; Instagram o Twitter también te pueden dar un alegrón. Hubo una época en que salíamos a tomarnos una copa (o diecisiete) para pegarnos un homenaje sexual. Eso ya no es así: las apps han cambiado la forma en que se establecen vínculos afectivos, por no decir «pegar polvos». Pero ojocuidao, que usarlas con estos fines puede terminar siendo un problema.

    Factores que pueden predecir una adicción

    Vera Cruz, Aboujaoude, Rochat, Bianchi-Demicheli y Khazaal explican en «Online dating: predictors of problematic Tinder use» (2024) los factores que favorecen que el uso de estas apps pueda hacer que te sientas peor. Hay dos factores clave que pueden predecir el uso problemático de Tinder, según este artículo:

    1. Rasgos de personalidad: La búsqueda de sensaciones y la impulsividad son dos rasgos fuertemente asociados con el uso excesivo de estas apps. Las personas con estas características tienden a utilizar la aplicación de manera compulsiva, buscando constantemente experiencias nuevas que les generen emociones intensas. En otras palabras, que estés depresivo o te aburras fácilmente puede hacer que caigas con más rápido en la trampa y de que te absorban demasiado.
    2. Evasión emocional: El uso de las apps de zorreo puede ser una forma de evadir problemas personales o emocionales y es otro predictor significativo. Las personas que utilizan la aplicación para escapar de sus preocupaciones diarias encuentran en Tinder o en Grindr una distracción temporal que puede convertirte en un yonki del match.
    a person holding a red cell phone in their hand

    Consecuencias en la salud mental

    Cuando empiezas a usar estas apps más de la cuenta, se genera una conducta muy parecida a una adicción. ¿Qué significa aquí «usarlas más de la cuenta»? Dos cosas:

    • Que aumente tu ansiedad: El estudio señala que el uso excesivo de Tinder correlaciona con un aumento en los niveles de ansiedad. La constante búsqueda de aprobación y la exposición al rechazo que conlleva su uso pueden afectar negativamente la autoestima y el bienestar emocional. De ahí que te sientas mal y pueda generarse un estado ansioso, en ocasiones generalizado.
    • Que empieces a pensar que tu vida es una mierda: Las personas que tienen un problema con estas apps tienden a experimentar una disminución en la satisfacción con la vida. Las expectativas no realistas sobre las relaciones y el compromiso, derivadas de usar estas apps constantemente, llevan a una sensación de frustración y desilusión constante y difusa.

    La tendencia #BoySober

    Según un artículo de The Guardian, hay nueva tendencia que lo está petando en TikTok con mujeres heterosexuales: #BoySober. Las reglas para declararse «sobria» o para «dejar a los hombres» son muy sencillas: nada de aplicaciones de citas, quedar con tíos a los que has conocido por Instagram o pegar polvos con desconocidos. El artículo dice que hay miles de mujeres están subiendo videos a TikTok en los que cuentan por qué han decidido dejar de salir con hombres y de usar Tinder.

    La principal causa de este «éxodo heterosexual», como dice el artículo, es que las aplicaciones de citas se han convertido en espacios donde proliferan el acoso y las agresiones sexuales. La mayoría de las mujeres entrevistadas por por Lisa Portolan en 2020 informaron de haber vivido situaciones de violencia a raíz de haber tenido encuentros a través de apps de citas. Es espeluznante.

    Declive en el uso de las apps de citas

    El uso de aplicaciones de citas ha disminuido de manera constante: al parecer, la actividad en Tinder está cayendo regularmente, y las acciones de empresas como Bumble y Match Group también han experimentado descensos significativos, especialmente mujeres. Esto sugiere la aparición una creciente desconfianza y una sensación de vulnerabilidad entre las usuarias, quienes a menudo prefieren abandonar estas plataformas para proteger su salud mental y física.

    A pesar de los esfuerzos regulatorios, como la mesa redonda sobre seguridad en las citas en línea en Australia en 2023, las medidas concretas para evitar estas situaciones o no han sido suficientes o están siendo implementadas con mucha lentitud. Las críticas señalan que sin una supervisión y una regulación sólidas, la creación de un código «deontológico» voluntario por parte de las empresas que desarrollan estas apps es insuficiente para garantizar la seguridad de las usuarias. Es importante que estas empresas empiecen a actuar con auténtica responsabilidad y prioricen la seguridad de sus usuarias, porque si no, no vamos a ninguna parte. Estas declaraciones de principios se quedan en agua de borrajas porque, en el fondo, no quieren un descenso en el número de usuarias o en los ingresos por publicidad, como es natural. Sólo necesitan un lavado de cara y continuar desarrollando mecanismos para enganchar a más y más gente. Como las tabacaleras.

    Instagram

    Promover un uso razonable y saludable de las apps de citas

    Comprender los factores que generan la adicción a Tinder, a Grindr o a Instagram es crucial para desarrollar estrategias que promuevan un uso más saludable y equilibrado de las aplicaciones de citas o de cualquier otra red social. Hay tres factores que pueden

    • Autoconocimiento: Fomentar la autoconciencia sobre los motivos personales para usar Tinder o Grindr puede ayudar a identificar comportamientos problemáticos.
    • Límites Claros: Establecer límites claros en el tiempo y la frecuencia de uso de la aplicación puede prevenir el uso excesivo.
    • Apoyo Emocional: Buscar apoyo emocional a través de amigos, familiares o profesionales puede ayudar a abordar las causas subyacentes del uso problemático de la aplicación.

    Con una mayor conciencia y medidas adecuadas, es posible disfrutar de las ventajas de las aplicaciones de citas sin caer en patrones de uso perjudiciales. Pero de lo que estoy totalmente convencido es de que es necesaria la regulación de estas apps por parte de las autoridades para proteger a las personas que las usan de las situaciones de abuso sexual, de la exposición a conductas adictivas, a estafas e incluso al acceso a drogas. Las autoridades deben garantizar que estas plataformas implementen medidas de seguridad adecuadas, verifiquen la identidad de las personas que las usan y proporcionen canales efectivos para reportar conductas indebidas. Todo esto, claro está, respetando la privacidad mediante la protección de los datos personales para evitar este tipo de situaciones. ¿Es difícil? Por supuesto, pero debe hacerse.

    Y después de haber escrito esto, aquí sigo yo, deslizando a la izquierda y a la derecha o enviando fueguitos, a ver qué pasa.

    Referencias
    
    Cruz, G. V., Aboujaoude, E., Rochat, L., Bianchi-Demicheli, F., & Khazaal, Y. (2024). Online dating: predictors of problematic Tinder use. BMC Psychology, 12(1), 106. https://doi.org/10.1186/s40359-024-00656-2
    
    Portolan, Lisa. (2020). Love, Intimacy and Online Dating: How a Global Pandemic Redefined Intimacy. Routledge.
    
    Portolan, Lisa. (2024). Thousands of women are going #BoySober: The rise of a new trend on TikTok. Recuperado de The Guardian en este enlace https://www.theguardian.com/commentisfree/article/2024/jun/10/no-dating-apps-no-dates-no-exes-no-hookups-whats-driving-the-boy-sober-trend 
  • ¿Qué es la limerencia?

    ¿Qué es la limerencia?

    A raíz del artículo que enlacé ayer sobre por qué nos enamoramos de la gente que no está disponible, me puse a investigar sobre un término que no conocía, la «limerencia», que me sonaba a «la trabajación», pero existe.

    La limerencia es un término acuñado por la psicóloga Dorothy Tennov en 1977 y describe el enamoramiento obsesivo y romántico, caracterizado por un intenso deseo emocional y físico hacia otra persona. A diferencia del amor, que puede ser sereno y maduro, la limerencia implica una obsesión que domina los pensamientos y comportamientos de quien la experimenta, llevándolos a una constante búsqueda de reciprocidad. Tennov identificó este fenómeno a partir de su propia experiencia clínica, destacando que es una experiencia frecuente pero a menudo mal entendida.

    Este estado emocional se manifiesta con síntomas similares a los de una adicción: pensamientos intrusivos, fantasías persistentes y una necesidad apremiante de confirmar que los sentimientos son correspondidos. La limerencia puede desencadenar comportamientos irracionales y una idealización exagerada del objeto de afecto. Este fenómeno no se limita a las relaciones nuevas; también puede surgir en el contexto de relaciones largas, generando conflictos y expectativas desmedidas.

    Creo que la limerencia es, en ocasiones, difícil de distinguir del «amor», aunque este palabro me ponga los pelos de punta. En ocasiones, la limerencia puede desvanecerse conforme va pasando el tiempo o incluso transformarse en una relación más equilibrada; pero puede causar angustia emocional significativa si no es reconocida y gestionada adecuadamente.

    Si echo la vista atrás, yo sí he sido «limerente», sobre todo con personas a las que no conocía mucho. Con el tiempo, he aprendido a gestionar mejor mis relaciones, tanto amorosas como de amistad. Recuerdo una ocasión en la que yo estaba totalmente deslumbrado y cegado por una persona. Estaba tan obsesionado con este tío que empecé a idealizarlo de manera desmesurada, descuidando a mis amigos en el camino.

    Una noche, después haber cancelado planes con mis amigos por enésima vez para pasar tiempo con esa persona, una de mis amigas me llamó la atención. Días después quedé con ella. Quería disculparse por cómo me había dicho que estaba obsesionándome, y de paso me hizo ver cómo esta obsesión no sólo estaba afectando a las relaciones con mis amigos, sino también a mi bienestar emocional. Fue un momento de revelación. Estaba constantemente de los pelos y cada vez que sonaba el móvil (cuando todavía había sms), pegaba un salto.

    A raíz de esa conversación, le di muchas vueltas a lo que ella me había dicho y comprendí la importancia de mantener ese equilibrio entre tus relaciones habituales y esa persona que te sube la presión arterial y te impide pensar en otras cosas. Sigo siendo una persona fácilmente «deslumbrable» (a los hechos me remito, los que me conocéis lo sabéis), pero no llego a los extremos de aquella época.

    También soy más viejo y sé más cosas de la vida. Y oye, también me han dado más hostias por el camino, que eso ayuda.

    Referencias
    TENNOV, DOROTHY. (1979). Love and Limerence: The Experience of Being in Love. Scarborough House.
  • La lengua como capacidad innata y las características comunes a todas las lenguas, según Pinker

    La lengua como capacidad innata y las características comunes a todas las lenguas, según Pinker

    En «El instinto del lenguaje» que mencioné aquí, Steven Pinker explora la idea de que el lenguaje es una capacidad innata en los seres humanos, similar a un instinto biológico. Pinker propone que, al igual que las aves están diseñadas para volar, los seres humanos están diseñados para hablar.

    Pinker analiza cómo el lenguaje es una habilidad compleja y única presente en todas las culturas humanas. A pesar de las diferencias significativas entre los idiomas del mundo, todos ellos comparten ciertas características fundamentales. Esto sugiere que todos los humanos poseen una capacidad innata para aprender y usar el lenguaje. Estas características forman parte de lo que se conoce como «gramática universal», una idea propuesta inicialmente por Noam Chomsky. Algunas de esas características comunes son:

    1. Estructura gramatical: Todas las lenguas tienen reglas gramaticales (fonológicas, morfológicas y sintácticas) que determinan cómo se forman y organizan las palabras y las frases. Aunque las reglas específicas pueden variar, la existencia de una gramática es una constante en todos los idiomas.
    2. Elementos básicos del lenguaje: Todas las lenguas usan categorías gramaticales como sustantivos y verbos, sujetos y predicados. Esto significa que todas tienen una forma de nombrar cosas (sustantivos) y todas tienen mecanismos para referirse a acciones o estados (verbos).
    3. Sistemas fonológicos: Todas las lenguas tienen sistemas de sonidos o fonemas. Estos sonidos se combinan según reglas específicas para formar palabras de forma significativa para generar y evocar contenidos sobre la realidad y el mundo.
    4. Capacidad de generar infinitas oraciones: Las lenguas humanas tienen la capacidad de crear un número ilimitado de oraciones nuevas a partir de un conjunto finito de palabras y reglas gramaticales. Esto se debe a la recursividad, una propiedad que permite que las frases se incrusten dentro de otras frases. Cuando aprendemos una lengua, lo hacemos de manera que con la adquisición de una serie finita de elementos y combinaciones podemos crear secuencias ilimitadas de significados que se adapten a cualquier situación.
    5. Estructura jerárquica: En todas las lenguas, las palabras y frases no se organizan de manera lineal, sino jerárquica. Por ejemplo, una oración puede contener frases subordinadas, y estas a su vez pueden contener otras frases.
    6. Referencialidad y desplazamiento: Todas las lenguas permiten a los hablantes referirse a objetos, personas, eventos y conceptos que no están presentes en el contexto inmediato. Esto se llama desplazamiento y es una característica única del lenguaje humano.
    7. Funciones pragmáticas: Todas las lenguas tienen formas de expresar funciones comunicativas básicas como hacer preguntas, dar órdenes, hacer afirmaciones, y expresar deseos o intenciones.

    Estas características sugieren que hay un conjunto de principios subyacentes que gobiernan todas las lenguas humanas, lo que respalda definitivamente la idea de que existe una capacidad lingüística innata en los seres humanos. Pinker argumenta que esta gramática universal está codificada en nuestros genes y es parte de nuestra biología como resultado de la adaptación al entorno físico y social.

    Para apoyar su argumento, menciona que los niños aprenden a hablar sorprendentemente rápido y sin instrucción formal, lo que puede interpretarse como que el cerebro humano está preparado y programado para adquirir el lenguaje. Por otra parte, menciona los idiomas criollos, que se desarrollan cuando comunidades de hablantes de diferentes lenguas crean un nuevo idioma común. Estos idiomas, a pesar de ser nuevos, tienen una estructura gramatical compleja, lo que sugiere que los seres humanos tienen una predisposición natural para organizar el lenguaje de manera estructurada. Sabemos, además, ciertas afecciones genéticas pueden afectar la capacidad de las personas para usar el lenguaje, mientras que otras habilidades cognitivas permanecen intactas. Esto indica que el lenguaje se encuentra en una parte específica del cerebro, apoyando la idea de que es una capacidad innata.

    Pinker describe en el libro algunas investigaciones neurológicas que muestran que ciertas áreas del cerebro están especializadas en el procesamiento del lenguaje. Esto refuerza la idea de que el lenguaje no es simplemente una invención cultural, sino una característica biológica de nuestra especie.

    Respecto a la lengua como capacidad innata y la relación con el aprendizaje durante la infancia, Pinker responde a algunas preguntas súper interesantes:

    ¿Cómo se desarrolla exactamente este instinto del lenguaje en los niños de diferentes culturas y entornos?

    Pinker sugiere que, independientemente del entorno cultural, todos los niños pasan por etapas similares en el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, el entorno puede influir en el ritmo y en ciertos aspectos del aprendizaje lingüístico. La exposición a un idioma rico y variado facilita el desarrollo óptimo de las habilidades lingüísticas innatas.

    ¿Qué implicaciones tiene esta capacidad innata para el aprendizaje de segundas lenguas?

    La teoría de Pinker indica que, aunque el cerebro está más adaptado para aprender un primer idioma durante los primeros años de vida, la estructura subyacente de la gramática universal puede facilitar el aprendizaje de segundas lenguas. Los adultos pueden aprender otros idiomas aprovechando esta estructura común, aunque con más esfuerzo y menos flexibilidad que los niños.

    ¿Podemos identificar con precisión todos los genes involucrados en esta capacidad?

    Actualmente, la investigación genética está en progreso. Aunque se han identificado algunos genes relacionados con el desarrollo del lenguaje, la interacción entre múltiples genes y factores ambientales es compleja. La identificación precisa de todos los genes y sus funciones específicas en el lenguaje es un desafío que requiere más investigación.

    Leer a Steven Pinker es fundamental para cualquiera interesado en entender cómo y por qué hablamos. Leerlo te hace entender que la capacidad de hablar y entender como algo tan natural y esencial para el ser humano como caminar. ¿Por qué otras especies no han desarrollado esta capacidad? Esa es otro melón interesante, pero para otro momento.

    Referencias
    
    PINKER, S. (1994). The Language Instinct: How the Mind Creates Language. William Morrow and Company.
  • «El instinto del lenguaje», de Pinker

    «El instinto del lenguaje», de Pinker

    Desde hace décadas, la obra de Steven Pinker ha puesto en entredicho la visión tradicional del lenguaje como un mero artefacto cultural, proponiendo en su lugar que es un instinto biológico. En «El instinto del lenguaje», argumenta que el lenguaje humano está en nuestra biología de la misma manera que la capacidad de una araña se pone a tejer su tela. La araña no ha aprendido esa conducta, pero puede crearla y modificarla dependiendo de las circunstancias. Según Pinker, los humanos nacemos con una capacidad innata para aprender y usar el lenguaje, una capacidad que se despliega de manera natural sin necesidad de instrucción formal, al igual que una araña no necesita aprender nada porque ya sabe tejer la tela. Este instinto lingüístico está codificado en nuestros genes y se manifiesta en la adquisición espontánea del lenguaje durante la infancia, independientemente del entorno cultural.

    Pinker rechaza la idea de que el lenguaje sea únicamente un artefacto cultural, como puede ser la escritura o la música, que requieren de enseñanza y práctica para ser dominadas. Para él, el lenguaje es un sistema complejo que emerge naturalmente en los niños, incluso en entornos donde el input lingüístico puede ser limitado o imperfecto. La universalidad del lenguaje y su adquisición en todas las culturas humanas, incluso en comunidades aisladas, sugiere que el lenguaje es una parte esencial y definitoria de la naturaleza humana. Esta perspectiva se ve reforzada por estudios en lingüística y neurociencia que identifican estructuras cerebrales específicas dedicadas al procesamiento del lenguaje, apoyando la noción de que nuestra capacidad lingüística está biológicamente predeterminada.

    Además dice que tratar al lenguaje como un instinto biológico no solo nos permite entender mejor cómo los humanos adquirimos y usamos el lenguaje, sino que también ofrece una visión más profunda de nuestra propia naturaleza. El lenguaje, según Pinker, al no ser una invención cultural que se transmite de generación en generación, debe entenderse como capacidad que se desarrolla de forma espontánea en cada individuo. Esta visión transforma nuestra comprensión del lenguaje de un simple medio de comunicación a una característica fundamental de nuestra especie, tan natural para nosotros como lo es la habilidad de volar para los pájaros o la capacidad de construir telarañas para las arañas.

    Uno de los puntos que hizo que me explotara la cabeza es que comparte la idea de la gramática universal con Chomsky (con la Iglesia hemos topado): todos los lenguajes humanos comparten una estructura subyacente común a pesar de las diferencias en cómo se manifiestan los sistemas lingüísticos. Según Pinker, esta gramática universal es una prueba, otra vez, de que la capacidad para el lenguaje es innata en los seres humanos, que está codificada en nuestro ADN. Esta estructura universal, preprogramada, hace que los niños aprendan a hablar con tantísima rapidez y sin necesidad de aprenderlo en el colegio o de guiado por un maestro o una maestra, ya lo he dicho antes, como en el caso de la música o la lectoescritura.

    Otro punto crucial que aborda es la modularidad de la mente, e. d., la idea de que el cerebro humano está compuesto por módulos especializados que manejan diferentes aspectos de la cognición. Me chirría lo de los «módulos», pero bueno. En el caso del lenguaje, existe un módulo específico que se encarga de procesar y generar lenguaje, independiente de otras funciones cognitivas. Pinker apoya esta idea con evidencia de estudios neurológicos y casos de personas con lesiones cerebrales que afectan el lenguaje sin impactar otras habilidades cognitivas, lo que demuestra que el lenguaje está localizado en áreas específicas del cerebro. Cualquier psicólogo conoce las áreas de Wernicke y de Broca y las respectivas afasias. Esta modularidad sugiere que el lenguaje es una adaptación evolutiva, desarrollada para mejorar la comunicación y la cooperación entre los humanos.

    Además, dice que el lenguaje ha evolucionado bajo las presiones selectivas de la evolución, de forma paralela a otras características biológicas que han determinado nuestro organismo y que hacen que seamos quienes somos y actuemos como lo hacemos. Según él, el lenguaje confiere ventajas adaptativas significativas, permitiendo a los humanos compartir información, coordinar acciones y transmitir conocimientos de una generación a otra. Esta perspectiva evolutiva explica por qué el lenguaje es tan complejo y eficiente, y cómo ha podido desarrollarse y mantenerse en todas las culturas humanas a lo largo de la historia. Pinker también señala que el estudio del lenguaje desde una perspectiva biológica puede proporcionar información muy valiosa sobre la naturaleza humana y nuestras capacidades cognitivas.

    «El instinto del lenguaje» es un libro flipante y que todo el mundo interesado en las ciencias cognitivas y en la filología debería leerlo. HENCERIO.

  • La influencia de la lengua en la cognición

    La influencia de la lengua en la cognición

    La lengua y la cognición están intrínsecamente entrelazadas, formando la base de nuestra capacidad para interpretar y interactuar con el mundo que nos rodea. La lengua, como medio principal de comunicación, juega un papel crucial en la formación de nuestra cognición y percepción del mundo.

    La teoría de la relatividad lingüística, propuesta por Benjamin Lee Whorf, sugiere que la lengua que hablamos puede influir en nuestra forma de pensar y percibir el mundo. Según Whorf, cada lengua tiene su propia estructura única que puede moldear nuestros procesos cognitivos, incluyendo nuestra memoria, atención y percepción.

    Por ejemplo, en algunos idiomas, como el guugu yimithirr, se utiliza la orientación absoluta (norte, sur, este, oeste) en lugar de la orientación relativa (izquierda, derecha). Esto puede influir en la forma en que las personas que hablan estos idiomas perciben y recuerdan la información espacial.

    Además, la lengua puede influir en cómo percibimos los colores. Por ejemplo, si nuestro idioma tiene más palabras para describir diferentes tonos de azul, es más probable que distingamos entre estos tonos en nuestra percepción diaria.

    Sin embargo, es importante destacar que la influencia de la lengua en la cognición es solo una parte de un sistema complejo y multifacético. Otros factores, como la cultura, la educación y la experiencia personal, también juegan un papel crucial en la formación de nuestra cognición.

    La lengua puede influir en nuestra cognición de maneras sutiles y complejas. Aunque la lengua no determina completamente nuestra forma de pensar, puede influir en cómo percibimos e interpretamos el mundo a nuestro alrededor.

    Referencias
    
    Kay, P., & Kempton, W. (1984). What is the Sapir-Whorf hypothesis?. American anthropologist, 86(1), 65-79.
    
    Levinson, S. C. (2003). Space in language and cognition: Explorations in cognitive diversity. Cambridge University Press.
    
    Whorf, B. L. (1956). Language, thought, and reality: Selected writings of Benjamin Lee Whorf. MIT press.
  • Cómo y por qué fallan nuestros recuerdos

    Cómo y por qué fallan nuestros recuerdos

    La memoria humana es una herramienta fascinante. Por eso, confiamos confiamos en nuestros recuerdos para tomar decisiones, aprender de nuestras experiencias y contar nuestras historias personales. Sin embargo, la memoria no siempre es tan fiable como creemos. ¿Por qué sucede esto?

    Es importante entender que la memoria no funciona como una grabadora que registra y reproduce eventos exactamente cómo ocurrieron. En lugar de eso, la memoria es un proceso constructivo. Cada vez que recordamos algo, estamos reconstruyendo ese recuerdo a partir de fragmentos de información almacenada en diferentes partes del cerebro. Este proceso de reconstrucción es susceptible a errores e influencias externas.

    Uno de los principales factores que afectan la precisión de nuestros recuerdos es la sugestión. La memoria puede ser alterada por información que recibimos después de un evento. Por ejemplo, si varias personas nos cuentan su versión de un mismo acontecimiento, podemos incorporar detalles de sus relatos en nuestros propios recuerdos, incluso si esos detalles no son precisos. Este fenómeno se conoce como el «efecto de desinformación». En estudios clásicos de psicología, se ha demostrado que simples cambios en la forma en que se formula una pregunta pueden alterar significativamente lo que la gente recuerda. Por ejemplo, preguntar «¿Viste el coche rojo en el cruce?» puede hacer que alguien recuerde un coche rojo que no estaba allí. Para eso es súper interesante la obra de Loftus, en la lista de referencias de más abajo.

    Otro factor que influye en lo mala que es nuestra memoria es la emoción. Las experiencias emocionalmente intensas tienden a ser recordadas con más claridad que las neutras. Sin embargo, esto no significa que estos recuerdos sean más precisos. De hecho, las emociones pueden distorsionar los recuerdos. Durante eventos traumáticos o muy estresantes, el cerebro puede suprimir ciertos detalles mientras enfatiza otros, lo que puede resultar en recuerdos fragmentados o inexactos. Además, con el tiempo, la narrativa de un evento puede cambiar a medida que tratamos de darle sentido a lo que ocurrió, integrando nuestras emociones y creencias actuales. De ahí que los recuerdos más primitivos, más antiguos, suelen estar asociados a emociones muy intensas; recordamos a gente gritando o llorando, sonidos fuertes o imágenes impactantes. En mi caso, es así.

    La memoria también está influido por nuestras expectativas y por lo que creemos. Tenemos una tendencia a recordar eventos de una manera que sea coherente con aquello que pensamos que es correcto o con lo que esperábamos que una persona hiciera. Esto se conoce como «sesgo de confirmación». Por ejemplo, si creemos que alguien es de fiar, es más probable que recordemos sus acciones de manera positiva, incluso si hubo evidencia de lo contrario. Este sesgo puede reforzar nuestros prejuicios y estereotipos, haciendo que sea difícil cambiar nuestras opiniones incluso cuando se nos presenta nueva información.

    Además, la memoria se ve afectada por el paso del tiempo: los detalles específicos de un evento tienden a desvanecerse, mientras que el recuerdo general puede mantenerse. Este fenómeno, conocido como «desvanecimiento de la memoria», puede llevar a que las personas recuerden el «sentimiento» de un evento más que los detalles precisos. Por ejemplo, puedes recordar que una reunión familiar fue divertida, pero olvidar quién estaba presente o qué se dijo exactamente.

    En nuestra vida cotidiana, estos errores de memoria generalmente no son relevantes, pero en ocasiones pueden tener consecuencias de cierta importancia. Pueden afectar nuestras relaciones personales, al generar malentendidos o disputas sobre lo que realmente ocurrió. También pueden influir en nuestras decisiones, especialmente si nos basamos en recuerdos inexactos para evaluar situaciones o tomar decisiones importantes. En el ámbito legal, los testimonios basados en recuerdos son problemáticos, por decirlo suavemente, ya que la memoria de los testigos puede ser influenciada por numerosos factores, poniendo en duda la precisión de sus declaraciones.

    Es esencial ser conscientes de las limitaciones de nuestra memoria y ser cautelosos al confiar completamente en nuestros recuerdos, especialmente en situaciones críticas. Fomentar un escepticismo saludable hacia nuestros propios recuerdos y corroborarlos con fuentes externas cuando sea posible puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y precisas.

    ¿Alguna vez te has dado cuenta de que tu recuerdo de un evento es diferente al de otra persona que estuvo allí? ¿Cómo manejas las discrepancias en los recuerdos en tus relaciones personales? ¿Crees que la tecnología, como las fotografías y los videos, puede ayudar a mejorar la precisión de nuestros recuerdos o también puede ser engañosa?

  • Competition

    Competition

  • Se ha observado por primera vez a un orangután tratándose una herida con una planta medicinal. No solo nos ayuda a comprender la etología de esta especie, sino el origen del comportamiento humano. Scientific Reports.

  • Entrada sin título 9020

    Que todavía haya gente que no lo ha entendido es una cosa que me alucina. El acceso constante a los teléfonos móviles durante la infancia y la adolescencia deteriora la salud mental, la autoestima y la salud física de los chavales. El acceso constante a las redes sociales durante la infancia puede afectar el sueño, la concentración y las relaciones interpersonales. Además, la exposición a contenido inapropiado o dañino en línea puede tener consecuencias duraderas en su desarrollo. Este efecto, según Twenge y Campbell (2018, ver abajo), es mucho más acusado durante la adolescencia que durante la infancia.

    Among 14- to 17-year-olds, high users of screens (7+ h/day vs. low users of 1 h/day) were more than twice as likely to ever have been diagnosed with depression (RR 2.39, 95% CI 1.54, 3.70), ever diagnosed with anxiety (RR 2.26, CI 1.59, 3.22), treated by a mental health professional (RR 2.22, CI 1.62, 3.03) or have taken medication for a psychological or behavioral issue (RR 2.99, CI 1.94, 4.62) in the last 12 months. Moderate use of screens (4 h/day) was also associated with lower psychological well-being. Non-users and low users of screens generally did not differ in well-being. Associations between screen time and lower psychological well-being were larger among adolescents than younger children.
    Twenge, J. M., & Campbell, W. K. (2018). "Associations between screen time and lower psychological well-being among children and adolescents: Evidence from a population-based study." En Preventive medicine reports, 12, 271–283. https://doi.org/10.1016/j.pmedr.2018.10.003