Categoría: Psicología

  • El Paradigma de Asch

    El Paradigma de Asch

    Se acerca el momento de dejar marchar a mis estudiantes de tercero de psicología. El tercer curso se centra siempre en la psicología social: la influencia social o cómo creamos nuestra identidad cuando interactuamos. También cómo nos definimos y cómo explicamos quiénes somos y qué influencia tienen aspectos como la cultura y la tradición en nuetro comportamiento. Les encantan Milgram y Zimbardo y la Teoría de la Identidad Social de Tajfel y Turner les flipa muchísimo. Y a mí también, para qué mentir. Uno de los puntos más importantes de todo el curso, y también uno de los primeros, es el que se refiere al paradigma de Asch.

    El paradigma de Asch, desarrollado por el Solomon Asch, es fundamental en la comprensión de la influencia social y la conformidad en la psicología. Su estudio sobre la conformidad y sigue siendo una referencia clave en la comprensión de cómo las personas pueden verse afectadas por la presión grupal.

    El experimento de la Conformidad de Asch

    El estudio original, de 1951, se centró en cómo las personas responden a la presión social en una tarea muy sencilla: comparar líneas. El diseño del experimento implicaba que un participante real, sin conocimiento previo, se uniera a un grupo de cómplices que eran compinches del experimentador. Estos aliados (o «confederados») tenían instrucciones específicas para dar respuestas incorrectas en algunas ocasiones.

    Ejemplo de tarea del estudio original de Asch (1951).

    Durante la fase de comparación, cada participante dice en voz alta cuál de las tres líneas coincide con una línea de referencia, como en el ejemplo. Los confederados daban respuestas incorrectas en determinados ensayos, desafiando así la percepción evidente de la realidad. El quid del experimento radica en ver si el participante real acepta las respuestas del grupo o se mantiene fiel a su percepción.

    Los resultados revelaron que, en un tercio de las situaciones, los participantes se conformaban con las respuestas incorrectas del grupo. Lo interesante es que esto ocurría aun cuando sabían que éstas eran erróneas. Este fenómeno de conformidad se volvía más pronunciado cuando la discrepancia entre la respuesta correcta y la respuesta del grupo aumentaba.

    Implicaciones para la Psicología Social

    El paradigma de Asch reveló la influencia que puede ejercer el grupo sobre las decisiones y percepciones y en cómo modificamos nuestra conducta para integrarnos. Incluso esto puede ocurrir sin cuestionarnos los aspectos éticos o los problemas futuros que nos pueda acarrear. Las implicaciones de estos hallazgos van más allá de la tarea específica del experimento. Las conclusiones de Asch nos han ayudado a comprender varios fenómenos y aspectos del funcionamiento de la psicología humana en sociedad:

    En primer lugar, Asch distinguió entre dos tipos de presión. La presión normativa proviene del deseo de encajar socialmente y ser aceptado por el grupo. La presión informativa surge de la creencia de que el grupo posee información correcta. Estas formas de presión desempeñan un papel crucial en diversas situaciones sociales.

    El estudio ha llevado a una mayor comprensión de cómo la conformidad se manifiesta en la vida cotidiana. Desde decisiones grupales hasta elecciones de consumo, la influencia social está omnipresente. La psicología social utiliza los principios de Asch para explorar cómo las personas se ajustan a las expectativas del grupo en diversas circunstancias.

    También resalta la importancia social en la conformidad. Factores como la cohesión grupal, la unanimidad de la mayoría y la cultura pueden modular la intensidad de la influencia social. La psicología social contemporánea se basa en estos conceptos para entender cómo las dinámicas sociales afectan el comportamiento humano.

    El paradigma de Asch ha influido en áreas prácticas, como la publicidad, la toma de decisiones en grupo y la resolución de conflictos. Comprender cómo la información y las normas sociales afectan las decisiones individuales es crucial para diseñar estrategias efectivas en diversos contextos.

    Los estudios de este psicólogo transformaron nuestra comprensión sobre la conformidad y la influencia social. A medida que la investigación avanza, la relevancia de este estudio clásico persiste, ofreciendo informacio´n muy valiosa sobre el funcionamiento de la psique humana en contextos sociales. La obra de Asch sigue siendo importante para el estudio de la psicología social y es inevitable introducirlo en un programa de psicología básica. Mis estudiantes están encantados.

    Si podéis, echadle un ojo al vídeo:

  • Siete señales que pueden sugerir que tienes un amigo que está abusando de ti

    Siete señales que pueden sugerir que tienes un amigo que está abusando de ti

    Identificar esta situación es difícil porque las señales pueden ser muy variadas y no siempre te pueden parecer evidentes. Además, el abuso puede manifestarse de diferentes maneras, ya sea emocional, psicológico, verbal o incluso físico. La lista que pongo a continuación, basada en lo que escribe lo que escribe Patricia Evans, es sólo una guía que te puede llevar a que le des una vueltecita.

    1. Si intenta controlar todos los aspectos de tu vida, desde tus amistades hasta tus decisiones personales.
    2. Si usa de tácticas manipuladoras para influir en tus decisiones, haciéndote sentir culpable o responsable de sus emociones: de las suyas, no de las tuyas.
    3. Si te hace críticas constantes y negativas, ya sea en privado o en público.
    4. Si intenta alejarte de otras personas importantes en tu vida, dejándote cada vez más aislado.
    5. Si utiliza cualquier forma de agresión, ya sea verbal o física.
    6. Si no respeta tus límites personales y constantemente los cruza, obligándote a hacer algo que sabe que no quieres. Quizá tú no pienses que al final la decisión ha sido tuya, pero puedes haber tomado esa decisión precisamente por lo que esa persona te ha insistido.
    7. Si para él no eres suficiente o si te deja claro que eres inferior.

    Lo de arriba son sólo ejemplos e insisto, no es que haciendo tic en cada uno tengas que decidir que esa persona está maltratándote. En realidad, tampoco hay diferencias grandes en el maltrato en diferentes tipos de relaciones, pero tampoco son exactamente idénticos: cada tipo de relación tiene sus particularidades, no es lo mismo el maltrato de un padre a un hijo (que suele tener un componente de violencia física que no está en las relaciones de amistad), que el maltrato en una relación de pareja.

    De todas formas, si la respuesta es sí a alguno de los siete puntos que he mencionado, da igual que sea una situación de maltrato o no: pregúntate por qué ocurre eso, si es una tónica general o si es algo puntual debido a algún conflicto, a que esa persona está pasando por una situación de est´rés o a que, por ejemplo, vuestra comunicación se ha enfriado por algo que ha pasado. Cada relación es un mundo y cuando veas una lista así, cógela siempre con pinzas. Pero tampoco está de más que le dediques un rato a pensar en lo que te está ocurriendo: aunque no sea maltrato, ¿no deberías buscar la forma de que eso cambie?

  • La percepción de la continuidad

    La percepción de la continuidad

    Un hecho curioso sobre la percepción auditiva es la capacidad del cerebro para llenar los «agujeros» en el sonido. Este fenómeno se conoce como «percepción de continuidad» o «continuidad auditiva». Incluso cuando hay interrupciones breves en un sonido, el cerebro tiende a completar la información faltante, permitiendo a las personas percibir una secuencia ininterrumpida.

    Un ejemplo clásico de esto es el efecto conocido como el «tic-tac del reloj». Si escuchas el sonido de un reloj de tic-tac y se elimina un tic o tac ocasionalmente, tu cerebro todavía percibirá la secuencia continua del tic-tac. Esto destaca la capacidad del cerebro para llenar los huecos en la información sensorial y crear una experiencia coherente, incluso cuando la realidad es fragmentaria.

    Este fenómeno es fundamental para nuestra capacidad de entender el habla y la música, donde las pausas y las fluctuaciones en el sonido son comunes. La percepción de continuidad auditiva es un ejemplo fascinante de cómo nuestro cerebro trabaja activamente para interpretar el mundo que nos rodea.

  • El caso EP

    El caso EP

    Hoy voy a compartir mi fascinación por el caso del Paciente EP (joder, qué redicho soy), una de las historias que presento con más detalle a mis alumnos de primer curso de psicología, junto al Caso HM, que no tiene nada que ver con la cadena de ropa. El caso del Paciente EP es extraordinariamente revelador para la comprensión de la memoria y las funciones cerebrales.

    EP (las iniciales del paciente) sufrió daño cerebral bilateral en el hipocampo debido a una encefalitis viral en 1992. Este incidente resultó en una amnesia anterógrada severa, o sea, que no podía formar nuevos recuerdos a largo plazo después de la lesión, aunque sus recuerdos anteriores al daño cerebral permanecieron intactos. La amnesia de no acordarte de lo que hiciste en el pasado es la retrógrada, por cierto.

    El estudio Squire reveló que, a pesar de su amnesia anterógrada, las funciones cognitivas generales de EP, como las habilidades lingüísticas, se mantenían en su totalidad. Este hecho sugiere una especialización en la función del hipocampo en la memoria declarativa, sin afectar otras capacidades cognitivas.

    Una característica notable del caso fue la conservación de la memoria no declarativa o procedimental, incluyendo habilidades motoras y hábitos aprendidos, indicando que diferentes tipos de memoria podrían depender de regiones cerebrales distintas. En otras palabras: a pesar de que tenía dificultades para formar nuevos recuerdos conscientes (aquellos que se pueden expresar con palabras, como eventos cotidianos o información específica) sí podía aprender nuevas actividades motoras y nuevas rutinas aunque no recordara haberlas aprendido.

    Otro de los fenómenos más flipantes era que cada vez que iban a su casa, EP no recordaba a los investigadores. Le tenían que explicar constantemente qué hacían allí. Entonces, EP les dejaba pasar y comenzaban con las pruebas. Un día, uno de los miembros del equipo cayó en la cuenta de que EP no les recordaba, pero les dejaba pasar cada vez con más rapidez. Empezaron a controlar el tiempo y comprobaron que, efectivamente, cada vez ese tiempo era más corto. ¿Conclusión? EP no tenía ninguna memoria de haber conocido a esas personas: no tenía ninguna memoria consciente. Sin embargo, había algún tipo de memoria procedimental y/o emocional porque confiaba en ellos y, por eso, dejaba que entraran antes.

    El caso de EP contribuyó a la teoría de la consolidación de la memoria al sugerir que, si bien el hipocampo es esencial para la formación inicial de recuerdos, con el tiempo, esos recuerdos se consolidan en otras áreas del cerebro. Esto ha influido en la forma en que entendemos la relación entre el hipocampo y la memoria a largo plazo.

    La investigación sobre el caso y sobre casos similares todavía continúa. Los hallazgos han llevado a nuevos enfoques en el tratamiento de trastornos de la memoria y han estimulado investigaciones adicionales sobre la plasticidad del cerebro y la especialización de las funciones cerebrales. Todos los años lo presento en clase para que mis estudiantes trabajan la atención y la memoria y la localización de las funciones cerebrales.

    Es un caso que les flipa. Y a mí también.

  • ¿Qué es el bucle fonológico y qué papel juega en el aprendizaje de vocabulario en lenguas extranjeras?

    ¿Qué es el bucle fonológico y qué papel juega en el aprendizaje de vocabulario en lenguas extranjeras?

    Estoy releyendo «Los siete pecados de la memoria», de Schacter y, en las primeras páginas, me encuentro con el caso de KF, estudiado por Shallice y Warrington. KF tenía el bucle fonológico dañado: recordaba sin dificultad experiencias cotidianas pero tenía problemas recordando palabras y secuencias de dígitos.

    El individuo era capaz de aprender pares de palabras en su idioma materno, el italiano, tan rápido como los sujetos control sanos. Sin embargo, a diferencia de los italianohablantes sanos, no podía aprender palabras italianas emparejadas con palabras rusas desconocidas. En estudios posteriores se obtuvieron resultados parecidos: los pacientes con lesión en el bucle fonológico eran casi totalmente incapaces de aprender vocabulario en una lengua extranjera.

    Schacter (2001), p. 39

    ¿Qué es el bucle fonológico?

    El bucle fonológico es un componente clave del modelo de la memoria de trabajo propuesto por Baddeley. La memoria de trabajo es un sistema que se encarga de procesar y manipular la información temporalmente, especialmente cuando estamos llevando a cabo tareas cognitivas complejas, como el razonamiento y la resolución de problemas. El bucle fonológico se ocupa del procesamiento de la información auditiva, especialmente las palabras. Este sistema es crucial para la retención temporal de información verbal y para el mantenimiento de la secuencia temporal de los sonidos del habla. El bucle fonológico está compuesto por dos subcomponentes: el almacén fonológico tiene la función de mantener temporalmente activa la información auditiva durante unos segundos. El repetidor articulatorio está involucrado en la subvocalización, e. d., la repetición interna de los sonidos disponible sen el almacén fonológico. La repetición articulatoria ayuda a mantener activa la información en el bucle fonológico y a facilitar su retención a corto plazo.

    El bucle fonológico desempeña un papel esencial en tareas que implican el procesamiento y la manipulación de información verbal, como la comprensión del lenguaje, la lectura, la escritura y la memoria verbal. Pero opera de manera limitada en términos de capacidad y duración, y su papel es crucial en la ejecución de tareas cognitivas que involucran información verbal.

    ¿Qué ocurre si el bucle fonológico está dañado?

    Cuando el bucle fonológico está dañado, bien porque se da alguna lesión, o bien porque se dé algún trastorno neurológico, la capacidad de una persona para procesar y retener información verbal, incluyendo palabras en lenguas extranjeras, resultará afectada. Es posible que se den problemas con la pronunciación y la discriminación auditiva, puesto que el bucle fonológico contribuye a procesar los sonidos del lenguaje, lo que es esencial para aprender la pronunciación correcta de palabras en una lengua extranjera. Si el está dañado, estos procesos no pueden completarse satisfactoriamente.

    Además, pueden darse dificultades para retener información a corto plazo, puesto que esta es una de sus funciones fundamentales. Si no es posible retener las secuencias de sonidos durante el tiempo necesario para procesarlas por completo, el individuo no podrá memorizar y articular estas secuencias. Esto impedirá la memorización del vocabulario en la lengua de estudio.

    Además, el proceso de formación de conexiones lingüísticas quedará dañado. Cuando aprendemos palabras como «liberación», se establecen vínculos con palabras próximas, como «libre», «libertad» o «liberar». Si estas conexiones no se establecen, se debilitará el aprendizaje de los significados ligados a procesos morfológicos regulares de la lengua. En otras palabras, no aprenderemos que el significado del sufijo -ción para componer palabras abstractas de género femenino, etc.

    Aunque el daño al bucle fonológico puede presentar desafíos significativos en el aprendizaje de lenguas extranjeras, las personas con este tipo de dificultades aún pueden beneficiarse de enfoques alternativos y adaptativos para el aprendizaje de idiomas, como el uso de recursos visuales, la práctica intensiva y la repetición, así como la utilización de otras formas de memoria y aprendizaje. Pero requerirá un esfuerzo adicional y, a largo plazo, el ritmo a la que se producirá la adquisición de vocabulario nunca llegará a los niveles de los individuos sin esta alteración.

  • Los ganglios basales y el sexo

    Los ganglios basales y el sexo

    Llevo unos días con la anatomía del sistema nervioso central con los de segundo de psicología. Como voy de culo y no tengo nada que contar (bueno, sí, una bomba muy grande, pero como todavía no ha terminado el proceso, me callo para no gafarlo), voy a presentaros muy brevemente a los ganglios basales. No son tan conocidos como la amígdala, el hipocampo o la corteza cerebral, pero son unas estructuras subcorticales la mar de apañadas que juegan un papel muy importante en el aprendizaje de procesos y en el control motor voluntario.

    Los ganglios basales son fundamentales en el aprendizaje procedimental y en la automatización de la conducta. Esto implica que median en todo lo que tenga que ver con el aprendizaje motor, como realizar deportes, y en actividades como conducir, escribir, hacerse pajas y tal. Además, se sabe que estas estructuras están involucradas en el procesamiento de recompensas y la motivación: por ejemplo, pueden influir en la motivación para buscar parejas sexuales o en la respuesta a estímulos sexuales. Sin embargo, la investigación en esta área es compleja y todavía hay mucho que aprender.

    Apunte final: el comportamiento sexual es un lío de la hostia. Resulta que está controlado por un enjambre de zonas del cerebro, como el hipotálamo, la amígdala, la corteza cerebral y el sistema límbico. Estas regiones se ponen de acuerdo para regular la emoción sexual y la conducta. Pero la verdad, es un enredo tan grande que ni con GPS lograría orientarme para explicarlo todo adecuadamente.

  • ¿En qué se diferencian la invalidación y la luz de gas?

    ¿En qué se diferencian la invalidación y la luz de gas?

    El otro día escribí un post sobre la invalidación y por qué que te digan que no están de acuerdo con lo que dices no necesariamente implica que te estén invalidando. Abel, a quien sigo en Bluesky, me preguntó si lo que había explicado sobre la invalidación no era lo que conocemos de toda la vida como “hacer luz de gas”. Entonces caí en la cuenta de que lo que había escrito daba pie a interpretar que eran lo mismo. My bad. Por eso voy a escribir este post. Tanto el gaslighting como la invalidación comparten la característica de desdeñar las experiencias y emociones de una persona, desgastando su percepción de la realidad. Ambos comportamientos minan tu autoconfianza y generan un malestar que puede tener consecuencias graves y por eso, quizá, parece que son lo mismo. Pero no es así.

    La luz de gas es una forma de manipulación psicológica que busca específica y expresamente que una persona dude de su propia realidad, de sus percepciones o de su memoria. La persona que hace luz de gas puede llegar a negar que hayan ocurrido algunas cosas, puede mentir o puede trivializar las preocupaciones de otra persona para crear confusión y minar su autoestima. Eso se hace para que la víctima se cuestione si está bien de la cabeza y si está entendiendo la realidad correctamente, lo que, tarde o temprano, genera una dependencia emocional del manipulador y va siempre en favor de éste.

    En la invalidación, a la víctima se le niega el derecho a tener sus propios sentimientos, se niega que haya tenido una experiencia determinada o que perciba las cosas de una forma específica.  Se le dice, por ejemplo, que su enfado no es tan importante o que está exagerando o se puede llegar a ignorar completamente lo que está sintiendo, pero el objetivo expreso no es hacer que esa persona dude de sí misma. Puede ser que la persona intente salir airosa de una situación, o puede ser que no quiera que le montes una escena. Igual la movida está justificada y tengas todo el derecho del mundo a poner el grito en el cielo, pero a esa persona no le viene nada bien lo que dices, o cómo lo dices, o ambas. La persona que ejerce la invalidación puede hacerlo a sabiendas o inconscientemente, eso no es relevante, pero va más de salirse de rositas que de joderte la vida. Como dice Henrich, una de las claves es la intencionalidad.

    El gaslighting busca, específicamente, erosionar la estabilidad de la percepción que tiene la víctima sobre la realidad y minar su autoconfianza, mientras que la invalidación se centra en desestimar los sentimientos o experiencias de la persona para evitar un conflicto, pero sin buscar crear esa distorsión de la realidad. En otras palabras, cuando alguien hace luz de gas, lo que intenta es, de manera expresa y activa, que la víctima termine jodida porque se cuestiona a sí misma. En los dos casos, las consecuencias para la salud mental son negativas para la persona que lo está sufriendo, pero el gaslighting es mucho más insidioso y la manipulación que supone es mucho más explícita y calculada porque se busca que la víctima dude de su cordura y la intención de dañar es mucho más explícita.  

    ¿Me están haciendo luz de gas?

    Saber si te están haciendo luz de gas es muy difícil, precisamente porque dudarás de que te lo están haciendo. Puede que estés siendo víctima de ello cuando dudas de cómo ves las cosas, cuestionas lo que ocurre a tu alrededor y cómo te sientes y evitas contar lo que te está pasando o evitas explicar lo que sientes. Las víctimas del gaslighting suelen sentirse vulnerables y preguntarse si son realmente quienes son: no en el sentido de desrealizarse o de pensar que su cuerpo no les pertenece, sino si de verdad son las personas que siempre han creído que eran.

    “¿Soy más estúpido de lo que creo? ¿Estoy siempre entendiendo mal lo que pasa con tal persona? ¿Será verdad que soy tan antipático como me dice? ¿Estoy siempre haciendo el ridículo con lo que digo?” Es normal, de vez en cuando, tener dudas y preguntarse si has hecho bien o si tu reacción ha sido la correcta. Igual has exagerado porque estabas de mal humor o porque has tenido un mal día. Todo eso es normal. Es más o menos fácil detectar cuándo has metido la pata (aunque a veces a algunas personas les cueste más porque piensen que siempre lo hacen todo bien); la diferencia es, de nuevo, cuantitativa. Si te pasa constantemente y nunca sabes decir exactamente por qué, quizá ahí haya un problema.

    También es muy probable que las víctimas se sientan siempre confundidas, preocupadas por si están siendo demasiado sensibles con todo y tiendan a estar pendientes de lo que les diga el “gaslighter”. Y si tienes la necesidad constante de disculparte por tu comportamiento, aunque no sabes si has hecho algo mal, ay, amigo, quizá estés decepcionando a las personas a tu alrededor y que te estén haciendo luz de gas. Como siempre, esto no es una receta infalible y hay que ver cuál es la situación en su conjunto. Pero, en cualquier caso, si te sientes así constantemente, por lo menos pregúntate las razones e intenta averiguar si alguien te está haciendo luz de gas. Generalmente, es esa persona en la que piensas cuando dudas de ti mismo. Si te preguntas si tienes razón y piensas en qué te diría él / ella, ojo, porque ahí hay algo a lo que tienes que darle una vueltecita.  

    La gravedad de estos dos comportamientos, la invalidación y la luz de gas, puede variar según la situación y las personas involucradas. Mientras que el gaslighting se enfoca en la manipulación activa de la percepción de la realidad, la invalidación se centra en desacreditar los sentimientos y experiencias de alguien, aunque no necesariamente implica un intento por distorsionar activamente la realidad de la víctima.