Lucía Etxebarria ha sacado libro nuevo: Cosmofobia. Al mismo tiempo, la editorial DESTINO ha colgado una página web con información sobre la novela y con algunas muestras. ¡Jatetú, que ahora hasta las novelas tienen wes! Claro, que si también las tienen las películas, no veo por qué no va a tenerla también la literatura. Una de las cosas buenas de los sitios dedicados a una novela son las muestras, porque si hay trailers de Jolivú, también puede haber trailers de los libros de tal o cual autor y tú ya decidirás si te lo compras o no, porque al precio al que están, cualquiera va comprándose por ahí libros a diestro y siniestro. Que no digo nada de los autores, ni de los cantantes, porque si el dinero fuera para ellos, pues vale, pero si me están tomando el pelo las editoriales y pueden ganar tres veces más con una primera edición que con una de bolsillo –con la que no hay que olvidar que no pierden ni un céntimo–, no veo por qué no van a poder sacar los libros directamente en bolsillo, a siete euros y ya está. Y no digo que los autores cobren menos, de hecho, considero que están bastante mal pagados y sobrevivir de las novelas que escriben es poco menos que imposible. El otro día hablaba yo con una amiga sobre el tema. Ella aún era más pesimista que yo. ¿Y si cobraran lo mismo los autores que los directores de cine? Inconcebible, ¿verdad?
No voy a poner ahora a la autora por las nubes, ni a quemarla en los infiernos, evidentemente. He leído todo lo que ha escrito –y cuando digo todo es todo, quitando «En brazos de la mujer fetiche», que lo compré el otro día, en bolsillo, por supuesto– y eso me ha pasado con pocos autores. Y este no es el lugar para decir lo fantástica / impresentable que es, porque me la suda cómo sea. Ya me gustaría a mí vivir de lo que vive ella, e. d., haciendo lo que más le gusta, que digo yo que escribir será lo que más le gusta, ¿no? Y sé que diciendo esto me estoy arriesgando a comentarios del tipo «en el blog de Lucía Etxebarria censuran esto y lo otro y que si ha plagiado» y cosas por el estilo, como le ha pasado a Malayerba y a Sheba, de hecho, alguno se ha quedado en la lista de spam, porque el muy imbécil, que ya ha aparecido por aquí alguna que otra vez diciendo que soy un dictador –me falta poco, la verdad, bajito y cabezón que soy y firmo con la derecha–, envía los comentarios desde la misma IP, siempre los mismos, con la misma sintaxis y la misma ausencia de comas –ya sabéis que soy muy de comas, demasiadas (índice derecho en hombro izquierdo y a este paso me faltarán los paréntesises)–, y los firma con nombres del tipo «Borjamari», que conoceréis seguro si blogueáis por estos cibermundos, que eso no se lo cree ni su augusta madre, con todos mis respetos a las madres augustas de toda la vida.
Total, que de lo que iba a decir a lo que he terminado diciendo, na. Que sí, que me encanta que haya webs de novelas, con muestras autorizadas que uno se pueda descargar, así yo ya veré si me apetece comprármelo o no. Y lo mismo con la música,… ¿no?
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