Los crucigramas, considerados con frecuencia un simple pasatiempo, va y resulta que son buenos para combatir el deterioro cognitivo, especialmente en personas mayores. Aunque muchos lo consideran todavía distracción inane, pero durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se utilizaban para entrenar a los y las especialistas en descifrar códigos, empezó a cambiar la opinión que teníamos de este entretenimiento. Algunos estudios, como el de Davangere P. Devanand, han demostrado que los crucigramas mejoran la función cognitiva, superando incluso a juegos diseñados específicamente para este propósito. Además, quienes los practican muestran un deterioro menor de los tejidos cerebrales y consiguen mantener una mejor calidad de vida durante más tiempo.
Enlace al artículo en El País.