Este blog es candidato a los premios que concede el diario 20 MINUTOS. He añadido un botón en la barra de la derecha para que podáis votar. ¡OJO! Únicamente se puede dar un voto por blog inscrito, lo que quiere decir que no votan los lectores sino los autores de blogs y esto me parece un error, francamente. Ya tenía la campaña organizada en mi cabeza hasta que una lectora fiel me ha confirmado lo que se rumoreaba por los foros: que no se puede votar por el blog que uno lee, sino por el que uno cree que no va a ganar, como en Eurovisión. En fin.
Sabéis que en octubre recibí un puñetazo de un energúmeno en pleno centro de la capital de las flores -que huele a de todo menos a ídem–, conté la historia en el blog antiguo. Bueno, pues hoy he ido al médico forense a que certificara la naturaleza de las lesiones. El reconocimiento ha consistido en una transcripción del parte al juzgado de guardia que redactó el médico el día del incidente, sin más pregunta que cuánto me duró el moratón y, por supuesto, sin levantar la vista del papel. Ijjjnorante de mí, suponía que iba para que me hiciera un reconocimiento aunque entiendo que la señora poco podía ver del correspondiente edema a la vista del tiempo transcurrido. No sé cómo funcionan estas cosas porque, gracias a quien sea, no he tenido la necesidad nunca de que me reconociera un forense. Yo me pregunto si no sería más conveniente que la visita a este médico se realizara al poco de ocurrir la agresión. Del diez de octubre, poco queda.
La transcripción del post de aquel día la dejo al final de esta entrada.
Otra cosa. Hoy estoy que bufo, que se dice por aquí. Hoy me he enterado de que si una persona muere, estuvo casado, se divorció y se ha vuelto a casar, la pensión de viudedad se reparte proporcionalmente entre las viudas o los viudos, según la duración de cada uno de los matrimonios. Supongamos que Pepita estuvo casada quince años con Alfonsito –que era un cabrón y le daba a Pepita una paliza día sí, día no–, se divorció de él y comenzó una relación con Miguelito, que es una buena persona y la llevó en volandas el resto de su vida. Resulta que, después de diez años de relación, Pepita y Miguelito deciden casarse. Un año después del a boda, Pepita muere y Miguelito se queda viudo. Pues fíjate que Alfonsito cobrará un 15/16 de la pensión de viudedad y Miguelito un 1/16, según tengo entendido. Puede que yo haya captado malamente el contenido de la conversación y que no me haya enterado delamisalamitá, así que si no es como he dicho, explicádmelo, porque yo no le veo ningún sentido a que Alfonsito cobre más que Miguelito. Que la ley respalde a Alfonsito, me parece estupendo -también depende del caso-, pero las proporciones me parecen, sencillamente, un insulto, como otras tantas cosas en la ley de familia, que para mí es un culebrón.
Vamos, que no he tenido un día estupendo, como habréis observado. Os dejo la transcripción del post del día 10 de octubre. Espero no haber aburrido al respetable.
–ooOoo–
EPISODIOS NACIONALES
Os cuento:
Mi madre -ella conduce- y yo en el coche -Renault Mégane, centro de Valencia, 12.30 aproximadamente. Se nos planta una camioneta detrás pitando y sin guardar la distancia de seguridad. Nos adelanta por la derecha al grito de “mujer tenías que ser”. Vale, energúmenos hay en todas partes. A continuación, la calle se ensancha, pasamos por su lado, el tío hablaba por teléfono, bajo la ventanilla y le digo: “Tío, que está prohibido hablar por teléfono mientras conduces”. El tío, hecho una fiera, lanza la camioneta contra nuestro coche al más puro estilo Ben-Hur. Mi madre lo esquiva. Salimos al margen del río. Nos vuelve a embestir gritando “hijo de putaaaaaaaa”. Paramos porque estamos en el carril de dirección contraria. El tipo para la camioneta, baja y me da un puñetazo en la cara -yo tenía la ventanilla bajada. Vuelve a subir, arranca y se estampa contra el de delante. Nos arrimamos a la acera. El tío sale diciendo: “No te he tocaaaaaaaaaaado, ahora te vas a romper las gaaaaaaaaaaaaafas, no te he tocaaaaaaaaaaaaado”. A continuación llamamos a la policía, que acude a los cinco minutos. El del camión y el del coche, riéndose. Los policías nos aconsejan ir a un centro de salud para hacer un parte de lesiones. Después de la visita al médico vamos a comisaria. Prestamos declaración.
Y va y me entero que una pareja que pasaba por ahí ha declarado como testigos que no ha habido agresión.
Y no me extiendo más en hacer reflexiones porque llevo todo el día de mala hostia.
PD: No digo el nombre del malnacido en cuestión, porque no sé si es ilegal.
Deja una respuesta