Ballard es uno de esos autores no muy conocidos, creo que ya he hablado alguna vez de él, pero que es fundamental para los que les guste la ciencia-ficción. No tiene una grandísima fama como autor por dos razones: a) escribe ci-fi y b) sus novelas no son de las de personaje, ni una Bildungsroman ni nada que se le parezca. Simplemente escoge a unas cuantas personas y las pone en un medio completamente hostil, para ver cómo reaccionan, que no es más que ci-fi de la güena.
Los escenarios en los que transcurren sus novelas son aterradores y son parte fundamental de los argumentos, se convierten también en personajes que reaccionan a favor de unos u otros -cómo me jode hablar en estos términos, pero es la pura verdad-, pero nunca condicionan el desenlace.
De sus novelas, las que más me gustan son (copio los argumentos de Minotauro, ver enlace más abajo):
- El mundo sumergido: Mares, pantanos y lagunas cubren la mayor parte de la Tierra. El aumento de la temperatura ha propiciado un clima tropical, de manera que la flora y la fauna proliferan de forma extraordinaria y el mundo parece volver al Triásico. Los pocos humanos deben desplazarse en embarcaciones y sobrevivir con los escasos restos de la civilización que pueden encontrar en los pisos más altos de los rascacielos ahora sumergidos. Viven continuamente amenazados por animales, insectos y enfermedades, que ahora son difíciles de combatir. En este mundo, Kerans intenta sobrevivir, aunque en muchas veces parece más el aliado que el enemigo de una naturaleza que intenta eliminar al hombre.
- Hola América: Casi cien años después de una crisis energética que provocó una emigración masiva, llegan a los Estados Unidos los tripulantes del Apollo, un barco europeo que pretende descubrir el origen de una nube radioactiva que ha atravesado el Atlántico. Entre las ruinas de un continente transformado en desierto, los expedicionarios hallarán inquietantes pobladores y vestigios del pasado. Al final de su viaje, 46 presidentes de los Estados Unidos, Frank Sinatra y Charles Manson los esperan en un escenario fantasmagórico en la ciudad de Las Vegas. A partir de todo ello, redescubrirán el sueño (y la pesadilla) americano.
- Rascacielos: Cuando se instaló en el nuevo rascacielos, junto con un grupo aparentemente homogéneo de prósperos profesionales, Laing creyó haber encontrado el retiro ideal, un anonimato pacífico lejos del caos de la gran ciudad. En un principio sólo advirtió unos pocos indicios de rivalidad profesional entre distintos grupos de residentes, pero nada que permitiera adivinar la hostilidad que muy pronto dividiría a los ocupantes en tres grupos antagónicos, que rivalizarían en la dilapidación irreversible de las diversiones y las comodidades que proporcionaba el inmueble.
Las podéis encontrar todas en Minotauro a precios razonables (unos siete euros).
No me cansaré de recomendar a Ballard, no.
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