Sospecho que José, el hijo de Rubén, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, perdía aceite. Así que de soslayo te dicen que la mujer de Putifar, el ministro del faraón, le hizo propuestas y aquel dijo que le entraba la risa porque estaba casada. O porque le gustaban los cimborrios. Que nos da igual, que le gustara lo que fuera, pero la lectura de la Biblia a la luz de estas interpretaciones es mucho más divertida.

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