Me voy mañana y todavía no he preparado nada. Me voy con alegría y con ganas. ¿Verdad que ayer decía que me moría de ganas por tomar el control de mi vida otra vez? Pues olvídate, que me voy con pesar y con tristeza. Justo ahora que estaba empezando a pasármelo bien y a tener «verano».
Ya no hay infección visible, la inflamación ha bajado, no tengo fiebre, los dolores los tengo a raya y el movimiento está volviendo, aunque nunca volverá del todo.
Problemas de primer mundo a tope.
Ser de izquierdas es muy difícil: te exige un nivel de ética que a veces es difícil. La teoría todo lo aguanta, la práctica es más difícil. Igual es que me exijo demasiado. Igual es que hay algunas ideas que son extremadamente difíciles de poner en marcha.