El «alfa», la droga de los maricones

Últimamente me he dado cuenta de que muchísima gente se mete drogas para follar. En Valencia, en concreto, hay una que, por lo que he visto, destaca muchísimo en Grindr: cada dos por tres me preguntan si quiero meterme, si tengo, si vendo o si conozco a algún camello. Generalmente se ve a la peña que va de ese rollo porque en el perfil incluyen una arroba (@) para decir que o venden, o quieren, o tienen o ya van colocados.

La «flakka» o «alfa», nombre habitual de la alfa-pirrolidinovalerofenona (α-PVP), ha entrado con fuerza en el chemsex. Se utiliza porque da un subidón intenso, una sensación de euforia y desinhibición en aquellos que buscan experiencias más allá de lo convencional en el sexo. Como el popper, pero menos intenso y muchísimo mas largo. Sin embargo, desde el punto de vista psicológico, su naturaleza impredecible y su capacidad para inducir comportamientos impulsivos pueden llevar a experiencias completamente diferentes de lo que inicialmente se buscaba. Estos efectos, cómo no, van de la mano con una lista de consecuencias no deseadas y mucho más peligrosas.

Entre los efectos no deseados se encuentran la agitación psicomotriz y los comportamientos agresivos, creando una mezcla volátil que puede resultar en situaciones peligrosas tanto para la persona que consume la sustancia como para quienes están a su alrededor. Vamos, que se te va la olla. Puede inducir paranoia y alucinaciones. Aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial hasta llegar a niveles de riesgo altísimos. Además, se asocia con la hipertermia, un aumento peligroso de la temperatura corporal que puede desencadenar complicaciones de salud graves, incluyendo daño a los órganos internos. En algunos casos, Se ha vinculado la α-PVP a la aparición de edema pulmonar y enfermedad coronaria.

Luego está su potencial adictivo, que no podemos tomarnos a la ligera. Actúa sobre el sistema dopaminérgico (e. d., libera dopamina, el NT del placer y el aprendizaje) y puede generar patrones de conducta compulsiva y una búsqueda constante de la sustancia para recrear esos momentos de placer intenso. La rapidez con la que se desarrolla la adicción puede depender de diversos factores, incluida la frecuencia de uso, predisposición genética y la presencia de otros problemas de salud mental.

Fumar alfa, el chemsex y lo que te hace en la cabeza

Participar en chemsex, la práctica que involucra el consumo de sustancias psicoactivas durante encuentros sexuales, presenta una serie de peligros significativos. No es mi intención juzgar: simplemente presento unos hechos comprobados y conocidos por médicos y psicólogos.

Atención, una cosa que no sabías: el uso de cualquier droga puede tener consecuencias negativas para la salud física. Además, el chemsex a menudo se asocia con comportamientos sexuales de riesgo, incluyendo relaciones sin protección, con lo que te expones a contraer infecciones de transmisión sexual o el VIH. A nivel psicológico, el uso de sustancias puede desencadenar problemas como ansiedad, depresión y psicosis. Todas son peligrosas. Todas.

El riesgo de adicción es muy importante, ya que el uso repetido de sustancias durante el chemsex se vincula al desarrollo de dependencia en un altísimo porcentaje de usuarios. La posibilidad de sobredosis también está presente, especialmente cuando se combinan diversas sustancias sin tener en cuenta sus interacciones.

Algo de lo que la gente no habla también es que el chemsex también puede tener un impacto negativo muy importante sobre la autoestima y la percepción de uno mismo, ya que a veces se utiliza como una forma de lidiar con problemas de identidad o autoestima. Para liberarte y disfrutar de tu sexualidad no deberías drogarte. Podrías ir a terapia. Digo yo.

El chemsex puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastornos de pánico y psicosis. La combinación de sustancias puede exacerbar síntomas preexistentes o desencadenar nuevos problemas de salud mental. Además, puede llevar a dificultades en las relaciones interpersonales, tanto a nivel romántico como social. La prioridad dada a las sustancias puede socavar la calidad de las relaciones personales y afectar la capacidad de establecer conexiones emocionales significativas.

Busca ayuda profesional y no te arriesgues, que la puedes cagar muchísimo, tío.