Hoy me voy a hacer una gestión muy importante en los juzgados. No me caso, que no cunda el pánico.
A propósito, certifico que la justicia es un país multicolor. No digo que sean los trabajadores -que los hay muy competentes, como en todas partes-, ni los principios -no abro la boca porque de derecho no tengo ni idea (¿afortunadamente?)-, pero que a mí me están tocando las naricillas, eso lo saben hasta los indios -pobres indios, siempre hablando mal de ellos-, total, para un trámite de medio pelo…
Cuando Óscar se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto.
¿Seré un Samsa?
Si te interesan las entradas sobre psicología, educación, filología y filosofía, suscríbete al canal de WhatsApp. No te cuesta nada, no recibirás notificaciones y no será visible tu número de teléfono, ni para los demás subscriptores ni para mí. Está mal de pedir, pero está peor de robar.
Comparte
Deja una respuesta