• Autismo e hiperactividad

    photograph of a boy covering his eyes
    For me, eating in a canteen is like eating in a nightclub for a neurotypical person,” says Jill Corbyn, who is autistic and the director of support organisation Neurodiverse Connection. “It’s unpleasantly loud, it’s going to distract you from your food, it’s anxiety-inducing.” Additionally, some autistic people may find social situations exhausting or overwhelming, or feel incompetent when they’re unable to decipher the subtleties of interpersonal communication, 60% of which is non-verbal. Charli Clement, 23, explains that while a non-autistic person may rehearse parts of a conversation before a date or a job interview, her autism leads her to “script significantly” before even ordering a drink at a bar.

    Hace poco más de una década, el TDAH y el autismo se consideraban mutuamente excluyentes. Desde 2013, sin embargo, se está extendiendo la idea de que ambos diagnósticos coexisten con mucha más frecuencia de la que se cree. Más o menos la mitad de las personas diagnosticadas en el espectro autista muestran síntomas de TDAH, y las características del autismo están presentes en dos tercios de las personas con TDAH (Davis y Kollins, 2012).

  • La parálisis del TDAH

    a small blue and white car on display at a car show

    Esta es mi última semana de clase como profe de psicología, me quedan tres días y tengo que vaciar un piso, corregir los proyectos de investigación y entregar notas. El jueves tengo que estar en Valencia a las 16.00 y tengo que salir de aquí con aproximadamente 20 horas de antelación para que me dé tiempo.

    ¿Y qué hacemos mi TDAH y yo en vez de ponernos a solucionar cosas? Mirar coches. Que es algo que jamás he hecho, excepto una vez y de manera superficial. Ahora me ha dado por estudiar la autonomía de la batería, qué coño es eso del voltaje de carga (sí, créetelo) y con cuánta antelación he de salir al aeropuerto si quiero cargar la batería de camino y tengo que coger el avión a una hora específica. Que dirás «pues cárgalo el día antes», pero para eso hay que acordarse.

    Las personas como yo experimentan dificultades relacionadas con la autorregulación y la capacidad para mantener la atención en una tarea específica. La falta de atención sostenida puede hacer que iniciar una tarea sea más difícil. En mi caso sobre todo, la necesidad de estimulación constante me lleva a posponer tareas para buscar actividades más gratificantes. ¿Qué prefieres, vaciar un piso o informarte sobre coches eléctricos? Yo siempre elegiría la segunda.

    La impulsividad provoca que se elijan siempre las tareas gratificantes y se retrasen las que puedan ser beneficiosas a largo plazo. Añádele las dificultades en la organización y la planificación y ya tienes el combo para que seamos fatales en la ejecución de estrategias efectivas para terminar de hacer las cosas. Además, tenemos una gestión del tiempo de mierda y la percepción que tenemos el mismo puede llegar a ser diferente que en individuos sin TDAH.

    En fin, que 48 horas después del fin de semana estoy estresadísimo por no haber hecho nada y por haber estado paralizado. La «parálisis del TDAH» es, por tanto, la tendencia a experimentar dificultades para iniciar y completar tareas debido a la falta de atención sostenida, la impulsividad y la búsqueda constante de estimulación. Esta parálisis se manifiesta en la procrastinación y la incapacidad para mantener el enfoque en una tarea específica, ya que la mente puede divagarse fácilmente, buscando actividades más gratificantes en el momento. La combinación de dificultades en la organización, la planificación y la gestión del tiempo contribuye a la sensación de estancamiento en la ejecución de tareas importantes, afectando la eficiencia y la productividad en la vida cotidiana de quienes tienen este trastorno. Y que termines de los nervios, en definitiva.

    Una persona sin TDAH con la que hablaba bastante del tema siempre me reprochaba precisamente eso, que terminaba siempre sacando el tema. No es cierto que ocurriera tanto, eso era lo que le parecía a esta persona, lo que sí ocurre es que hablamos bastante del asunto. En definitiva, y lo que la gente a nuestro alrededor no entiende en muchas ocasiones es que esto responde a una necesidad de entender retrospectivamente las dificultades experimentadas a lo largo de la vida y encontrar validación y alivio.

    Por favor, si alguien cercano os quiere hablar de algo relacionado con su salud mental o con su forma de ser, especialmente si ha habido un cambio reciente, es dejar que esa persona hable lo que tenga que hablar. No sólo porque sea mejor o peor para esa persona, sino porque se supone que es lo que tienes que hacer con las personas a las que quieres, sean tu amigo, tu hermano o tu primo.

  • La depresión no es estar triste.

    La ansiedad no es estar agobiado.

    La bipolaridad no es cambiar de humor.

    El TDAH no es ser inquieto y distraído.

    Estar delgada no es ser anoréxica.

    No tener hambre no es ser bulímica.

    Ser tímido no es ser autista.

    Ser organizado no es tener TOC.

    Ir al psicólogo no es estar loco.

  • Una nota breve sobre la dopamina

    Para mí, no hay nada peor que sentirse inseguro con las cosas, sobre todo con lo que puedes o no puedes hacer, con cómo te están viendo los demás y si las decisiones que tienes que vas a tomar son las correctas o no. Lo que viene siendo la vida, vaya. Pero eso le va mal a un cerebro como el mío, con niveles bajos de dopamina.

    La dopamina (DA) es un neurotransmisor maravilloso y si te falta, date por jodido. En primer lugar, está involucrada en la regulación de la recompensa y la motivación. Cuando una persona debe tomar una decisión, la DA influye en cómo se evalúan las opciones disponibles (Schulz, 2007). También se libera en respuesta a recompensas y señales de recompensa anticipada. Este proceso puede fortalecer la asociación entre una acción y una recompensa, lo que afecta las decisiones futuras (Berridge y Robinson, 1998). Además, juega un papel importante en la asunción de riesgos y, por lo tanto, en la toma de decisiones (Cools y D’Esposito, 2011).

    Así que sí, que te falte DA te hace ser más indeciso y que las situaciones de incertidumbre te generen más dificultades. La probabilidad de que esas sitauciones se conviertan en ansiógenas aumentan exponencialmente en la medida en que te falte DA.

    Qué malo es tener niveles bajos y cuánto tiempo pierdo pensando en los 45.000 posibles futuros de cada acción. Es agotador.

  • Visto en Twitter.

    Tal cual. Yo tuve mucha suerte con los demás, pero no conmigo: yo era el monstruo que me decía constantemente no solo que era un vago, sino que era estúpido, que no podía hacer lo que a los demás les parecía súper fácil y que la falta de control en mi vida era una de tantas evidencias para concluir que era un niñato.

  • Otro post más sobre los mitos del TDAH. No es que la psicología y la psiquiatría no sepan nada, es que sabemos mucho pero a la gente no le sale del coño entenderlo.

  • Algunos mitos sobre el TDAH. Spoiler alert: son falsos

    El TDAH no existe, es un cuento de las farmacéuticas para vender. La medicación para el TDAH es droga. Las niñas no tienen TDAH. Si tienes TDAH, llevas una vida de mierda. Los adultos no tienen TDAH. Una buena educación (o incluso una hostia a tiempo) y verías como se acaba el cuento del TDAH.

    No es el único diagnóstico de saludo mental sobre el que se dice algo parecido: hay quien cree que la depresión no existe, o que la anorexia es sólo una fase y que todo se pasa tomándose las cosas con tranquilidad. Mis favoritos sobre el TDAH son tres: uno, que es una condición que afecta mayoritariamente a niños, no a niñas, que se desvanece mágicamente al llegar a la dead adulta, cuando se madura y que es un invento de las farmacéuticas para vender medicación y para drogar a los niños con ánimo, yo qué sé, de conquistar el mundo.

    ¿Para qué tratarlo?, ya se les pasará

    Primero: no tratar el TDAH es lo mismo que ignorar la presión arterial o el colesterol altos. Sin medicación, el TDAH implica algunos riesgos importantes para la salud y el bienestar: según Brunkhorst-Kanaan et al (2021), los individuos con TDAH sin medicar tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes a lo largo de la vida, un riesgo que es especialmente alto entre los 18 y los 25 años, por ejemplo, de sufrir un accidente de tráfico. Además, presentan una mayor tasa de abuso de sustancias y de sufrir trastornos de la conducta, así como cuadros depresivos y de ansiedad. Esto último también lo confirman Jensen (2001) y Daviss (2008).

  • Sobre la medicación estimulante para el tratamiento de TDAH

    Un excelente vídeo de How to ADHD respecto a la medicación y el estigma asociado a ella.

    Las familias que medican a los niños y a las niñas no son malos padres.

    La medicación no deja zombi a los niños, y si es así, entonces está mal pautada.

    No es lo mismo que tomar speed o cualquier otra droga sin control médico.

    Existe una abundante bibliografía sobre el diagnóstico de TDAH que confirma la eficacia de la medicación y los beneficios de los tratamientos médicos con terapias psicológicas.

  • Los fantasmas del TDA/H

    Para todas aquellas y todos aquellos que tenemos fantasmas en casa.

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