Leo ésto en la web de la UOC:
Creo que no somos conscientes del impacto que está teniendo el uso de las redes sociales como Instagram sobre nuestro bienestar psíquico. Intuitivamente, sí, todo el mundo lo tiene claro, pero aunque hay un montón de investigaciones sobre cómo nos está afectando, nadie sabe muy bien cómo manejarlo, cómo lidiar con ello sin abandonarlas definitivamente. Compartir fotos con tu gente, en el fondo, no está mal. Habrá gente que necesitará compartir más, otras menos, igual que cuando no existía instagram y nos enseñaban las fotos de la boda o de las vacaciones. Quedas a tomar un café con amigos y unos te cuentan más y otros menos y creo que con las redes sociales, en el fondo, ocurre lo mismo.
Ahora bien, cuando estamos observando la emergencia de fenómenos y patrones de procesamiento de la información que causan sufrimiento y que surgen de manera tan acelerada, al mismo tiempo que se van desarrollando las nuevas formas de comunicarse, es que ha llegado la hora de que pensemos muy bien hacia dónde vamos: o bien estas tecnologías están empeorando nuestra calidad de vida y nuestra salud mental, o bien estamos generando una alarma innecesaria que tampoco ayuda a gestionar las nuevas situaciones. En cualquier caso, hemos de darle una pensadita a todo esto.