Etiqueta: violencia

  • La violencia contra los de abajo

    La violencia contra los de abajo

    Según Kimmel, el origen de la violencia sistémica se encuentra en la asunción de que los individuos que están por “debajo” no gozan de los derechos de los de “arriba”. Si los de “abajo” se comportan de manera inapropiada, e. d., si dan a entender que pueden o quieren ascender, los de arriba están legitimados para mantener el statu quo.

    Así, por ejemplo, con quien la llevan tomando los racistas blancos del sur durante generaciones no es con los negros a secas. Eran los negros ‘arrogantes’ que usaban tenerse por iguales a los blancos, que ‘no sabían cuál era su lugar’, que se atrevían a pensar que podían sentarse donde quisieran, comer donde les viniera en gana, usar los mismos aseos o beber de las mismas fuentes. Eran los engreídos muchachos y hombres negros, que usaban intercambiar palabras con una chica blanca como si tuvieran derecho a ello. Escenas de igualdad tan simbólicas como estas eran consideradas una humillación para los blancos, que tenían derecho a sentirse superiores y veían cuestionado su honor. La violencia racista expresaba esa superioridad agraviada.

    Kimmel, M. (2019). Hombres blancos cabreados. Valencia: Barlin Libros, p. 271.

  • Enfermedad mental, violencia y cárceles

    Enfermedad mental, violencia y cárceles

    El 75% de las veces que sale un enfermo mental en un medio de comunicación es mostrando un comportamiento violentos (Harper, 2005) y los personajes con problemas mentales tienen 10 veces más probabilidades de mostrar un comportamiento violento que aquellos que no lo están (Diefenbach and West, 2007). En los medios españoles, el 25% de las referencias a la enfermedad mental son estigmatizadoras (Muñoz et al., 2011).

    Para el público, es fácil vincular la enfermedad mental con la criminalidad. Esta conexión es especialmente llamativa en los casos de individuos con esquizofrenia o trastorno bipolar. Con los medios vinculando una cosa con la otra, se refuerza el estereotipo de la peligrosidad de la enfermedad mental, que, popularmente, se extiende a cualquier situación social: en otras palabras, el enfermo mental es peligroso, da igual el diagnóstico o que el tratamiento esté siendo efectivo. Enfermedad mental = peligrosidad.

    Que los trastornos mentales pueden contribuya que algunas personas tengan comportamientos violentos es un hecho. Pero generalizar esta correlación equivale a ver la inmigración como la causa del aumento de la delincuencia. La enfermedad mental no es la causa última de la violencia: hay otros factores que contribuyen a la conducta agresiva o delictiva, como el consumo de drogas, los contextos familiares y sociales o el hecho de que muchos enfermos mentales hayan pasado por prisión: “la tasa de prevalencia de trastorno mental encontrada en la población reclusa era 5,3 veces superior a la de la población general” (García, 2021).

    Debemos dejar de pensar que las personas con trastornos mentales son violentas. Y, de una vez, deberíamos plantearnos por qué la población reclusa en España tiene cinco veces más trastornos mentales que la población general. Es una cuestión de responsabilidad social.

    Referencias

    Diefenbach, D. L., and West, M. D. (2007). Television and attitudes toward mental health issues: Cultivation analysis and the third-person effect. Journal of Community Psychology, 181–195.

    García, E. H. (2021). Enfermedad mental y prisión: análisis de la situación penal y penitenciaria de las personas con trastorno mental grave (TMG). Estudios Penales y Criminológicos, 41, 59-135.ISO 690

    Harper, S. (2005). Media, Madness and Misrepresentation. European Journal of Communication, 460–483.

    Muñoz, M., Pérez-Santos, E., Crespo, M., Guillén, A. I. e Izquierdo, S. (2011). La enfermedad mental en los medios de comunicación: un estudio empírico en prensa escrita, radio y televisión. Clínica y salud, 22(2), 157-173.