Este post es un paréntesis a la serie sobre la ortografía.
La Unión de Ciclistas de Dinamarca organiza todos los meses de mayo un programa llamado Vi Cykler til Arbejde (algo así como vamos en bici al curro), un nombre a tope de creativo, porque si hubieran querido apoyar el ir en carro, lo habrían llamado vamos en carro al curro, o igual vamos en Krro al Qrro. No sé por qué no me dejan crear eslóganes. Se me da genial.
¿Cómo funciona? En la empresa montáis un equipo, os dais de alta, registráis en la web los km que hacéis al día yendo al trabajo en bici y entráis en el sorteo de viajes para los trabajadores, bicicletas eléctricas, etc. El programa dura todo el mes de mayo. Participar cuesta 60 coronas al mes (unos ocho euros) y lo paga tu jefa. Repito, lo paga TU JEFA. El año pasado participaron 58.695 trabajadores que recorrieron 10 millones de kilómetros.
Según datos del Ministerio de Transporte, cada km recorrido en bicicleta cuesta en Dinamarca una media de 25 øre, más o menos tres céntimos, cada cinco años, contando que te compres una bici de 2500 coronas (335 euros), que ya me parece barata, y te gastes 750 coronas (100 euros) en reparaciones durante ese tiempo. Además, cada 2000 km recorridos en bicicleta, el Ministerio de Sanidad se ahorra un día de baja (Ministerio de Transporte, 2013).
Dicho esto, sólo quiero dejar los siguientes datos sobre la mesa:
- Que la gente se organice en grupos para ir al trabajo en bicicleta.
- Que las empresas paguen a los empleados las participaciones en este tipo de eventos.
- Que un ministerio cualquiera haya calculado el ahorro en sanidad pública por kilómetro recorrido en bicicleta.
- Que se pueda calcular el punto anterior.
Nota final: hoy es fiesta nacional en Dinamarca, pero me toca pringar, que soy el responsable de los exámenes y hoy, a las 11.00, decidieron que había que poner un examen. Sí, voy a ir en bici, que además hoy no hace viento.
Referencias
- Ministerio de Transporte. (2013). Cyklingens effekter og samfundsøkonomi (pp. 6–28). Transportministeriet.