- Los que más páginas ven en una sola visita son los navarros.
- Los que menos, los asturianos.
- Por países, los que más los holandeses (2 usuarios) y los que menos, los venezolanos (4 usuarios), que no encontraron en Normalizado lo que andaban buscando. Lástima.
- Las redes más usadas son Telefónica y Ya.com y la que menos, Strato (Alemania).
- La duración media de navegación está entre 31 y 60 segundos.
- Datos: 28 de noviembre al 4 de diciembre.
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Estadísticas de NORMALIZADO.COM
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Muy embarazada
Ejemplo clásico donde los haya. En la televisión ha salido una famosilla diciendo que está preocupada porque el juicio que tiene pediente le va a pillar muy embarazada.
– Papás, que estoy un poquito embarazada.
– Bueno, mientras estés solo un poquito, pues vale, pero como te quedes más embarazada, te mato. -
Toda la televisión
Según un artículo de ZDNet Asia, en el año 2012, los reproductores multimedia como el iPod podrán almacenar el equivalente a todas las emisiones de televisión de un año, en el 2014, toda la producción audiovisual de la humanidad, y todo eso al precio actual de este tipo de dispositivos.
¿Qué dirá la SGAE cuando llegue el momento? ¿Cuánto habrá que pagar?
Enlaces: -
Huso horario gallego
El Mundo (Edición digital) informa de que:
La asamblea del Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha aprobado una enmienda a su documento de tesis en la que reclama aplicar un «huso horario gallego» a su «hora natural», el mismo que Portugal, el Reino Unido o Canarias.
Durante el debate de este documento sobre los proyectos de la organización, se aprobó una enmienda para instar al Gobierno gallego a que «trabaje para adaptar el huso horario gallego a su hora natural», que coincide con el de esas zonas geográficas, con la finalidad de ahorrar energía.Es simplemente curiosidad. ¿Alguien sabe si es cierto que el cambio de huso horario redundaría en un ahorro energético? ¿Cómo se puede calcular eso?
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El inglés de la reina
Jonathan Harrington ha publicado un artículo en la Journal of Phonetics en el que afirma que la pronunciación de Isabel II ha ido cambiando con el paso de los años. Al parecer, Su Majestad habla ahora en una octava más grave que hace veinte años y pronuncia las vocales usando con los rasgos fónicos del Standard Southern British, asociado tradicionalmente a la gente joven y a la clase media. El Sr. Harrington ha llegado a esta conclusión después de estudiar los mensajes de Navidad de la reina durante los últimos años, investigación apasionante donde las haya. (más…)
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El italiano es fácil
Cuando alguien habla de la lengua italiana, muchas veces nos vienen a la cabeza dos cosas: a) que es una lengua romántica -como si tuviera algo que ver con el romanticismo artístico, además de que en el DRAE aparece romántico como sentimental, generoso y soñador– y b) que es una lengua sencillísima…, hm,… sencilla, sí, como todas. (más…)
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Segismundear
No ha prosperado. Segismundear no ha tenido fortuna. Y, sin embargo, ¡qué cargado de espiritualidad está ese vocablo! Segismundear es soñar. Soñar un gran personaje que por su cargo, por sus obligaciones, por sus responsabilidades, no debe soñar. No puede entregarse a los poéticos desvaríos del ensueño, y, sin embargo, sueña. Su espíritu libre es más fuerte que las imposiciones de la realidad secular. Segismundea Luis de Baviera, el constructor de tantos castillos agrestes, el amigo de Wagner. Segismundea Isabel, la esposa de Francisco José, tan fina, tan sensitiva, que levanta frente al mar, en un jardín, allá en una isla, una estatua a Heine. Todo gran personaje que segismundea nos es simpático. El espíritu, en el segismundeo, triunfa de la materia. Con el segismundeo, el rey Luis y la emperatriz Isabel descienden para ascender. Descienden de la pompa vana del trono para ascender a las regiones de la pura y etérea poesía.
AZORÍN: Pensando en España (1940)
¿Y tú? ¿También segismundeas? -
El mar
Habían pasado casi tres meses desde la última vez que la vi, pero cuando volví a toparme con Maripili, a mediodía, en la barra de un bar de fritanga, hubo en nuestro mutuo saludo la misma falta de énfasis que si hubiéramos estado bebiendo juntos Don Simón la noche anterior en La Pepa, donde ella había estado bailando durante una larga temporada. Ahora bailaba en el paf del pueblo, junto a una jamaicana negra y una vasca a la que llamaban Envy. Entonces yo ignoraba que ella no usaba un seudónimo sonoro para su oficio, sino el nombre que ahora había en su DNI. Antes de verla, yo casi la reconocí por su modo de mover la cadera. Yo estaba en la barra, de espaldas a la tragaperras, y cuando oí que la máquina insinuaba muy lejanamente las notas de un premio cuya cuantía no llegué a ver, tuve un brusco presentimiento de algo, tal vez esa abstracta sensación de pasado que algunas veces he percibido en la música.
Encontré monedas en mi bolsillo, las introduje para probar suerte en la vagina electrónica y esperé a ver mi premio con los ojos en blanco. Mientras frutas, campanas y cofres rodaban sin parar, me llegó el aroma de unos calamares a la romana, ese perfume que me transportaba a otro eón. Pero no tuve suerte.
Durante algo más de una hora bebí cerveza oscura y helada y estuve observando a Maripili. Hablaba con el camarero alzando la cabeza, para que el humo del cigarrillo no le diera en los ojos. En cualquier caso, era como si nada de eso concerniera al pensamiento o a la atención del camarero. Observé que éste le miraba los pechos mientras servía las mesas y que en algún momento llegó a derramar más de un chato de tintorro por esta fijación.
Sin saludar a Maripili, pagué mi consumición y me fui. Volví a mi casa y decidí que había llegado la hora de hacer unos espaguetis a la mantequilla que esperaba me condujeran al lupanar de los placeres culinarios. Como vi que habían quedado impresentables, decidí cerrar los ojos para no mirarlos y tragarlos conteniendo las arcadas.
Me acosté y soñé un sueño soñado. Soñé con Maripilli, con mi infancia, con el monstruo de los espaguetis y con mi vecina, que se peleaba con la bicicleta para que ésta entrara en el ascensor. Desperté después de sueños soñados. ¡Qué pocas luces tienes, marinero! Como el mar…
Moralejas y consejos:
1. Si te encuentras con Maripili, no le mires las tetas.
2. No todo es digno de ser leído.
3. Indígnate, si puedes. -
¿Dónde está Waldo?
Hacía tiempo que no encontrábamos algo así. Disfrútenlo.
El foro sigue adelante, tenemos 162 mensajes de 17 participantes.
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No soy chic
Gracias al Doctor Hache llegamos a este artículo de Carlos Muñoz en Punto y Coma, el boletín de la traducción española en las instituciones de la Unión Europea.
El artículo es sumamente interesante, destaca la definición de virus lingüístico:
Un virus lingüístico es un microorganismo agramatical que penetra en la frase y la infecta formal o nocionalmente, pudiendo extenderse a otras y reproducirse por falta de intervención autorizada; no es mortal para el idioma pero lo afea o empobrece.
Pero lo que más me ha gustado ha sido:
Decir que un término «no viene en el diccionario» no invalida forzosamente su uso, pero lo pone en tela de juicio, y, para un purista, emplearlo es dar carta de naturaleza y posibilidades de futuro a un nuevo virus que puede extenderse por la telaraña de Internet sirviendo de justificación a otros traductores noveles o apresurados. Pero, de igual manera, decir de un término que «sí viene» no justifica ciegamente su empleo.
Pues no, no lo justifica, ahí tenemos el clásico influenciar, horrible donde los haya, o el imbécil sobrecontratación y el peor chic, que me niego a usar.